Cómo encontrar sanación en la Misa Católica
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Toda la Misa está preparada para transformarnos y enviarnos como testigos de la verdadera presencia de Cristo en nuestro mundo.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
2do. Domingo del Tiempo Ordinario
Enero 15, 2023
Oración para hoy:
Señor mío: que todo lo que he aprendido de ti, sea sometido a tu Espíritu Santo y produzca en mí frutos abundantes como testigo de tu redención. Amén.
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Lecturas de hoy:
Isaías 49, 3.5-6
Salmo 40 (39), 2.4.7-10
1 Corintios 1, 1-3
Juan 1, 29-34
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/011523.cfm
Cómo encontrar sanación en la Misa Católica
En cada Misa, escuchamos al sacerdote que preside, decir las palabras de Juan el Bautista que son citadas en el mensaje del Evangelio de este Domingo: “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” A lo que respondemos: “Señor yo no soy digno…pero una palabra tuya bastará para sanarme.”
Esta sanación comenzó al principio de la Misa, en el Rito Penitencial, si tuvimos una actitud sincera de arrepentimiento. Con esta sanación, recibimos a Jesús en toda su humanidad y divinidad. Con esta sanación, dejamos la iglesia listos para ser como Juan el Bautista, testificando con la palabra y con nuestra forma de vivir que: “ahora he visto que Jesús es el Hijo de Dios.”
¿Es la Misa una experiencia así para ti?
Todas las partes de la Misa contribuyen a esto. Jesús está presente en la comunidad cuando nos unimos en una canción. Jesús está presente en el Rito Penitencial, escuchando nuestra sinceridad. Jesús está presente en la Liturgia de la Palabra: la Palabra leída y comentada son como pan para alimentar nuestro crecimiento espiritual y, cuando la homilía es pobre o no existe, su Espíritu nos predica en privado (pensamientos dispersos son, generalmente, una acción de Dios) y Jesús está presente en todas las oraciones: en las que ofrecemos y en las del sacerdote.
Toda la Misa está diseñada para transformarnos, prepararnos y enviarnos desde la iglesia, como testigos de la verdadera presencia de Cristo en nuestro mundo.
Al igual que Juan el Bautista, podemos decir: “Yo no lo conocía.” En otras palabras: “Sólo veía pan y vino” y “era pecador y no me daba cuenta del daño que había hecho” y “estaba herido y no sabía cómo ser sanado.”
Y, como Juan, podemos agregar: “Ahora he visto y testifico que él es el Hijo de Dios. El Espíritu Santo me ha revelado la presencia de mi Salvador en la Eucaristía. El Espíritu Santo, amablemente, expuso mi pecado y me ayudó a vencerlo. El Espíritu Santo me lleva hacia la fuente que es sanación para mis heridas.”
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Cómo es para ti la experiencia en Misa? Si pudieras asistir a Misa diaria, ¿lo harías? Si no es así ¿por qué no? Si es un problema de organización, ¿le pedirías a Jesús que cambie tus horarios? Si es un problema de prioridades, ¿le pedirías al Espíritu Santo que incremente en ti el deseo de estar frente a la presencia Eucarística de tu Salvador?
Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
Describe el momento en que fuiste más consciente de Jesús en Misa. Antes de este descubrimiento, ¿qué te distraía y no te dejaba notar su presencia? ¿Qué cambió? ¿Por qué? ¿Cómo?
© 2023 por Terry A. Modica
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