Viendo la gloria de Jesús el Salvador

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

“Jesús siempre está intercediendo por ti. Él trabaja detrás de escena y en el frente de batalla para ayudarte. “

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Lunes de la 3ra. Semana del Tiempo Ordinario
Enero 23, 2023

Oración para hoy:

Señor: danos una clara consciencia de la necesidad de permanecer unidos en comunidad y que Tú eres vencedor en nuestra unidad. Amén.

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Lecturas de hoy:

Hebreos 9, 15.24-28
Salmo 98 (98), 1-6
Marcos 3, 22-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/012323.cfm

Alabado sea el Señor, pues ha hecho maravillas – ¡para TI! Canta con el salmista del salmo responsorial de hoy; Canta al Señor un canto nuevo. ¡El Señor ha dado a conocer su salvación para ti!

Eso es correcto, él ha dejado claro que se preocupa por ti. ¿Cómo? Al ofrecer su propia vida por ti (como lo escuchamos en la primera lectura de hoy) para sanarte de la destructividad de tus pecados, y la próxima vez que venga, él traerá la salvación eterna – el cielo – para ti.

Aunque esta Escritura habla primeramente sobre la Segunda Venida de Cristo, también se refiere a tu vida aquí y ahora, y la mía, como lo hacen todas las Escrituras, porque Jesús siempre está con nosotros.

No tenemos que ser visionarios para ver a Jesús. Él viene a nosotros en la forma humilde del pan y el vino, con toda su humanidad y divinidad contenidas misteriosamente en el don de la Eucaristía. La próxima vez que vayas a Misa, mientras el sacerdote pronuncia las palabras de consagración, pídele a Jesús que se te “aparezca” a ti. En oración encomienda tu imaginación con confianza en el Espíritu Santo y verás que pasa.

A veces cuando hago esto, si él me está llamando para una nueva tarea o para un día muy ocupado, me lo imagino a él haciéndome señas como si dijera, “¡Ven! ¡Vamos! ¡Tenemos trabajo que hacer para el Reino!” Otras veces, él está tendiéndome los brazos para saludarme y abrazarme. A veces siento que me sonríe o que está orando por mí o recordándome que él ha salido victorioso en las pruebas que me causan angustia.

También podemos ver su verdadera presencia en las personas. Porque cada persona bautizada es un “tabernáculo” terrenal donde Cristo mora, lo podemos encontrar en los demás, inclusive en los que no nos caen bien, si miramos más detenidamente. También viene a nosotros en bellos atardeceres, en nuestras meditaciones privadas, en la Palabra que se lee en Misa, y ___ (llena el espacio en blanco; ¿Cómo se te revela él a ti?).

Siempre, Jesús está intercediendo por ti. Él está trabajando detrás de bastidores y en la línea del frente para ayudarte. Él está más preocupado que tú, por los males que sufres.

Cada vez que nos volvemos a él por ayuda, él inmediatamente entra en la “casa del hombre fuerte” y destroza el lugar, tirando todas las armas que han sido utilizadas contra nosotros, dominando a todos los espíritus malignos que trabajan para el “hombre fuerte” (como dice la lectura del Evangelio de hoy). Y entre más purifiquemos nuestros corazones y trabajemos en nuestro crecimiento espiritual, más esto hará una diferencia duradera.

Jesús aún no ha venido a traernos la plenitud de la salvación. Él lo hará cuando nosotros muramos (a menos que antes suceda su Segunda Venida). Pero mientras tanto, podemos estar seguros que él está ocupado mediando por nosotros en nuestras situaciones actuales. Las cosas pueden verse terribles, o puede parecer que la vida no va como debería, pero si alejamos nuestra mirada del maligno y la volvemos a Jesús, entonces veremos y sentiremos el amor victorioso de nuestro Salvador.

Recuerden mi lema: ¡Mantengan los ojos puestos en Jesús!

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