Alto en una torre o en una cruz
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Llegamos hasta Dios cuando andamos por terrenos humildes para llegar hasta aquellos que necesitan ayuda.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Viernes de la 6ta Semana del Tiempo Ordinario
Febrero 17, 2023
Oración para hoy:
Señor: dame fortaleza y una conciencia clara para seguirte, amarte y proclamar Tu Palabra incluso en los momentos y situaciones más difíciles. Amén.
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Lecturas de hoy:
Génesis 11, 1-9
Salmo 32, 10-15
Marcos 8, 34–9, 1
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/021723.cfm
Alto en una torre o en una cruz
Deseando sentirnos más cerca de Dios, tratamos diferentes formas de llegar a él. Cuando parece que nuestras oraciones no están siendo respondidas, hacemos tratos con él (“Dios, si voy a Misa todos los días, tal vez tú hagas algo con mi pedido”) o aumentamos nuestras oraciones agregando novenas o invocamos a los santos. Aunque no hay nada malo con esto, nuestros motivos necesitan ser examinados: ¿Estamos confiando realmente en Dios? ¿O estamos tratando de manipularlo?
Para sentirnos exitosos en nuestras vidas espirituales, buscamos alturas espirituales. Queremos sentirnos más amados y más cuidados. Queremos sentirnos tan importantes para Dios como para que él nos otorgue milagros. Pero si no sentimos su preocupación a un nivel emocional, pensamos que aún no está haciendo lo suficiente para hacernos feliz, y también pensamos que la solución es “edificar” nuestra fe, esperando que esto nos acerque más a los gozos del cielo.
Las personas en la primera lectura de hoy, querían las mismas alturas espirituales. Para lograrlas, trataron de alcanzar el cielo edificando la torre más alta que sus ingenieros podían concebir. Definían el éxito espiritual como fama, es decir, haciéndose un nombre que el resto del mundo tenga en cuenta. Pensaron que podían sentirse en el cielo trabajando juntos para lograr edificar una torre.
¿Era su motivo real acercarse a Dios? Literalmente, sí, lo era, pero espiritualmente no, porque no estaban buscando mejorar su relación con el Señor. Querían alcanzar el cielo con sus propios esfuerzos. Este motivo era muy arrogante.
Contrasta esto con lo que Jesús dice en el Evangelio de hoy. Alcanzamos el cielo siguiendo los pasos de Jesús. ¿Y a dónde subió? No a una torre. Subió a una cruz. Edificó el Reino de Dios en la humildad de un sacrificio de voluntad para sufrir por el bien de los demás.
No tiene sentido. Y claro que no nos gusta. Pero es verdad: nuestros mayores logros no provienen de alcanzar alturas personales de éxito y fama; suceden cuando edificamos a otras personas.
Estamos en nuestro mejor momento cuando damos amor con sacrificio. Alcanzamos a Dios cuando andamos por caminos humildes para alcanzar a los que necesitan ayuda. Experimentamos nuestras mayores alturas espirituales cuando nos unimos a Jesús en la cruz, lo cual significa abrazar nuestras dificultades como oportunidades para servir a los demás, porque esa es la única forma hacia una gloriosa resurrección.
¿A qué cruz estás clavado? ¿A qué dificultad te has visto forzado? Y esta es la pregunta más importante, la que te levanta en resurrección: ¿cómo puede esta cruz beneficiar al Reino de Dios?
© 2023 por Terry A. Modica
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