El don victorioso de la misericordia
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Juzgamos a los demás tan duramente como nos juzgamos a nosotros mismos.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 2da. Semana de Cuaresma
Marzo 6, 2023
Oración para hoy:
Señor Jesús: que tu Santo Espíritu purifique mi corazón para ser instrumento tuyo de perdón, misericordia y caridad. Amén.
¡ÚNETE A LA ORACIÓN COMUNITARIA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Daniel 9, 4b-10
Salmo 78, 8.9.11.13
Lucas 6, 36-38
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/030623.cfm
El don victorioso de la misericordia
Sé misericordioso, no juzgues, no condenes, perdona libremente y sé generoso, dice Jesús en la lectura del Evangelio de hoy. Esto es lo que significa amar incondicionalmente.
Estamos de acuerdo. Asentimos con la cabeza consintiendo animosamente, pero fruncimos nuestras cejas porque fallamos. ¿Sabes por qué? Porque no nos tratamos a nosotros mismos de la forma en que sabemos que deberíamos tratar a los demás.
¿Qué tan misericordioso eres contigo mismo? Cuando cometes un error, o cuando te descubres haciendo algo mal, o cuando te das cuenta que has pecado, ¿cómo lo manejas? Después de hacer correcciones, ¿te sigues condenando con impaciencia, falta de amor u odio hacia ti mismo?
¿Qué tan rápido te perdonas?
No podemos dar a los demás más misericordia y compasión de la que nos damos a nosotros mismos.
Cuando nos falta misericordia, nos convertimos en criticones. ¿Qué tan criticón eres con tu propia vida? Cuando las oraciones de otra persona son contestadas, ¿te juzgas a ti mismo como no merecedor de recibir una respuesta similar de Dios? Cuando se te pide que prestes un servicio en tu parroquia o comunidad, ¿te juzgas como poco calificado o talentoso, aun cuando quien te lo pidió dice que puedes hacerlo?
Juzgamos a los demás tan duramente como nos juzgamos a nosotros mismos.
¿Qué sentencia te impones después de haber juzgado? ¿Cuán larga es tu auto-condenación? ¿Estás aun castigándote por pecados que confesaste en el Sacramento de la Reconciliación? La actitud correcta — la actitud llena de fe –consiste en aprender del pasado, con un espíritu compasivo para animarse a seguir.
Después de juzgarte e imponerte un castigo, ¿qué tan pronto te otorgas el perdón? No podemos restaurar las relaciones con los demás si no podemos dejar atrás nuestro propio pasado y abrazar a aquel en quien nos hemos convertido.
¿Qué tan generoso eres contigo? ¿Te tomas tiempo para descansar luego del trabajo duro? ¿Estás seguro que tus necesidades están satisfechas sin tener que esperar que los demás lean tu mente? ¿Te aplaudes a ti mismo por lo bueno que haces? Esto no es orgullo siempre y cuando te des cuenta que toda capacidad para hacer el bien viene de Dios.
Para crecer en la fe, trátate con misericordia, juzgando tus pecados pero no tu persona. Perdónate para que seas generoso en el amor. Ámate para llenarte de Dios, ya que Él es amor. ¡Luego piensa cómo afecta esto tu fe!
Cuanto más amor de Dios nos damos a nosotros mismos, más lo daremos a los demás. Y luego, más regresará a nosotros. Somos nosotros los que determinamos cuán grande es la medida de nuestra copa. La medida con que midamos a los demás es la misma que usaremos con nosotros. Esto no es egoísmo, salvo que nos lo guardemos todo para nosotros solos.
Para más sobre este tema, lee nuestro PalabrasVivas: “Testimonio de Christian Galvan: ‘El Ministerio es Sacrificio Gozoso’” en https://buenasnuevascatolicas.org/ministerio-de-los-laicos/ministerio-testimonio-de-christian-galvan/.
© 2023 por Terry A. Modica
Por favor, ayuda a los demás compartiendo esta página.
¿En qué más podemos servirte hoy? Visita nuestra página inicial.