Santidad por la ley no es legalismo
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“La raíz de cada ley es el amor. ¡Amor generoso!“
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Miércoles de la 3ra. Semana de Cuaresma
Marzo 15, 2023
Oración para hoy:
Lléname Señor, de tu Espíritu Santo, para que mis actos, pensamientos y palabras estén de acuerdo con tus propósitos amorosos. Amén.
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Lecturas de hoy:
Deuteronomio 4, 1. 5-9
Salmo 147, 12-13. 15-16. 19-20
Mateo 5, 17-19
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/031523.cfm
Santidad por la ley no es legalismo
Jesús vino a “cumplir” la Ley, y lo hizo durante toda su vida representando los significados más profundos de la Ley. Le mostró a la gente la raíz del propósito y la meta más alta de cada Ley–que es el amor – por la palabra y por la forma en que trató a cada persona.
Esto era un desafío para los líderes judíos que tendían a ser literales o legalistas al interpretar las leyes de Dios, y causó cierta confusión. Entonces, Jesús aclaró lo que quería decir, en el pasaje del Evangelio de hoy. En efecto, él dijo, “la interpretación que le doy a la Ley no significa que las leyes no son válidas. Por el contrario, demuestra que ustedes no están cumpliendo la ley hasta que todas las cosas hayan sucedido, es decir, hasta que su obediencia esté motivada por el amor a Dios y el amor al prójimo”(véase Mateo 22, 35-40).
Cuando Jesús dijo que el cielo y la tierra pasarían, no se refería a un final literal del universo. Los oyentes judíos educados sabían que se estaba refiriendo a la conocida profecía en Isaías 65, 17 en la cual Dios prometió crear un cielo nuevo y una tierra nueva proporcionando un Mesías. No se dieron cuenta todavía, pero el cielo viejo y la tierra vieja estaban a punto de pasar en la muerte de Jesús. Y antes que eso pasara, el verdadero significado de cada ley tenía que ser cumplido por alguien que pudiera hacerlo bien. Jesús tuvo éxito en la verdadera obediencia donde todos los demás habían fracasado.
Obedecer todos los mandamientos–verdaderamente obedecerlos–requiere amar a Dios con todo nuestro corazón, toda nuestra alma y toda nuestra mente y amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos. El legalismo no es completa obediencia, porque la obediencia legalista no deja espacio para adaptaciones basadas en el amor. (Piense en una política de empresa que no siempre se ajusta a las circunstancias). Y obedecer a Dios porque tenemos miedo de ser castigados no es una obediencia motivada por el amor.
Un día vi una mujer mirando tristemente las velas votivas en la iglesia. Ella quería encender una para una petición de oración, pero no tenía el dólar requerido. Mi billetera no estaba conmigo, así que yo la animé con la certeza de que no es un pecado orar sin pagar. No obstante, ella no se sentía bien al encender una vela a menos que pudiera obedecer la regla del dólar.
Así que le dije, “la respuesta a su oración no depende de una donación. La única razón para la solicitud de donación es ayudar a la iglesia. Puedes lograr eso poniendo dinero extra en la canasta de la colecta el domingo.”
Para seguir más de cerca a Jesús, examina los motivos detrás de tu propia obediencia. Cava hasta el corazón de cada regla o ley de la Iglesia que obedeces e identifica el amor que está ahí.
A continuación, desarrolla una fe más profunda a partir de una nueva práctica: enciende una vela en la iglesia cada semana sin pagar por ello (y no te preocupes si alguien te ve, es sólo la opinión de Dios lo que importa) y alegremente, por amor a Dios, aumenta tu ofrenda en la Misa Dominical por $2.00 por cada vela de $1.00 que utilizas.
La raíz de toda ley es el amor. ¡Amor generoso!
Reflexiona más sobre este tema con nuestro PalabrasVivas: “Estudio Bíblico – La Ley del Amor” en https://buenasnuevascatolicas.org/biblia-estudio/biblia-ley-del-amor/.
© 2023 por Terry A. Modica
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