Satisfaciendo nuestra hambre
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Si creemos en Jesús pero aún nos sentimos descontentos, es porque no creemos totalmente que está ocupándose de nosotros plenamente.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Miércoles de la 3ra. Semana de Pascua
Abril 26, 2023
Oración para hoy:
Amado Señor Jesús: tú me conoces hasta lo más hondo de mi ser. Gracias por amarme, sabiendo que muchas veces caeré y no te responderé. En ti Señor, me levantaré. Amén.
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Lecturas de hoy:
Hechos 8, 1b-8
Salmo 66, 1-7a
Juan 6, 35-40
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042623.cfm
Satisfaciendo nuestra hambre
¿De qué estás hambriento? ¿Cuáles son tus apetitos?
Un día, mientras me sentaba en mi computadora para preparar una de estas Reflexiones diarias de Good News, me traje conmigo una taza de yogurt, e hizo que mis pájaros tuvieran hambre. Tenía un viejo periquito, que se agachaba cansinamente cerca de mi teclado, y un loro que se colgaba al tope de su jaula en la ventana, poniendo un ojo en el hermoso exterior, y un ojo en mí. Cuando se dieron cuenta que yo estaba comiendo, estas mascotas bien alimentadas repentinamente pensaron que estaban muy hambrientas. El pequeño encontró energías y el grande se salió de su encanto y me llamó por mi nombre. Por supuesto, les di lo que querían.
Así es con Jesús. Como dice en el Evangelio de hoy, cuando nos damos cuenta de que estamos hambrientos de las cosas buenas del Señor, nos las da. Piensa en una dificultad que estás soportando. ¿Cómo te sientes cuando ves a otros recibir ayuda de su fe? ¿No te sientes hambriento de los mismos beneficios? Esta clase de hambre produce un aumento de energía que mueve nuestros corazones hacia Jesús, y le pedimos que nos dé lo que necesitamos. Aunque hemos hecho esto cientos de veces y aún estamos esperando ayuda, la fe de otros nos inspira a entregarle nuevamente nuestra hambre a Jesús.
¡Nunca nos dejará que pasemos hambre! Se preocupa por nosotros. ¡Se preocupa por ti, mucho más de lo que yo me preocupo por mis aves bien alimentadas!
El hambre y sed de Jesús es disparada por toda clase de experiencias: falta de buena salud, falta de compañía humana, falta de atención, falta de tiempo para hacer todo lo que desearíamos, y más. Jesús nunca nos rechaza cuando lo llamamos por nuestra hambre y nuestras carencias. Lee otra vez lo que dice en el pasaje de Juan.
Si creemos en Jesús pero aún nos sentimos insatisfechos o vacíos o hambrientos de más, es porque no creemos firmemente que él está totalmente con nosotros, preocupándose enteramente por nosotros. Cualquier forma de hambre actual es un indicio de que necesitamos pasar más tiempo aprendiendo quién es Jesús realmente y más tiempo descansando en actitud de oración, meditando en su amor.
El hambre que no se convierte en energía que lleva nuestros corazones a Jesús, se transforma en adicciones al alcohol o drogas u obesidad o consumismo o trabajo o relaciones inmorales. Aquellos que quieren saciar su hambre sin Jesús, nunca están satisfechos, por lo tanto continuamente buscan más, y más, y más. Afortunadamente, cuando están desesperadamente hambrientos y todo lo demás les ha fallado, finalmente se tornan a Jesús con todo su corazón y reciben el alimento que los satisface y sana.
¿Qué te llevaría a abrirte a la plenitud de lo que Jesús quiere darte? Cada sensación de hambre es otra oportunidad de experimentarlo a él. Diariamente, somos invitados a recibir este Pan de Vida. Y diariamente somos llamados a permitir que otros vean a Jesús satisfaciendo nuestra hambre, para que ellos, también, se vuelvan a él.
Para reflexionar más, usa nuestro podcast: “Promesa de Victoria para Nuestros Seres Queridos Perdidos” en https://buenasnuevascatolicas.org/camino15.
© 2023 por Terry A. Modica
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