La humildad es una sociedad con el Espíritu Santo
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Cada buena obra que hacemos, es evidencia de que Dios está trabajando en nosotros y a través de nosotros.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 5ta. Semana de Pascua
Mayo 8, 2023
Oración para hoy:
¡Qué regalo tan grande nos das cada día, Señor, con tu Santo Espíritu! ¡Que su luz y verdad iluminen todas nuestras vidas! Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Hechos 14, 5-18
Salmo 113, 1-4.15-16
Juan 14, 21-26
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/050823.cfm
La humildad es una sociedad con el Espíritu Santo
La verdadera humildad es reconocer el bien que haces mientras sabes y proclamas que la verdadera fuente de tu bondad es el Espíritu Santo.
Tus buenas obras, tus dones, y el amor que compartes mientras haces el bien es fruto de ser imagen de Dios. Pero todos somos débiles y vulnerables al pecado; librados a nuestros propios esfuerzos, aparentamos y obramos muy diferente a Dios. Por eso, Jesús nos dio su Santo Espíritu para capacitarnos para aparecer y actuar como nuestro Padre divino.
Incluso los ateos no pueden hacer el bien por sí mismos. También fueron creados a imagen de Dios. Es la bondad de Dios dentro de ellos la que hace posible que lleguen a los demás con amor.
En nuestra primera lectura de hoy, Jesús sana a un hombre paralítico a través de Pablo y Bernabé, mientras predican a los griegos. Las multitudes no pueden ver a Jesús; sólo ven a Pablo y a Bernabé, por lo tanto interpretan el milagro según su entorno pagano — concluyen que Pablo y Bernabé son dioses.
Pablo y Bernabé merecen algo de crédito. Tuvieron que tomar la decisión de hacer lo que Dios les inspiraba. Eligieron confiar en que Dios obraría a través de ellos. El ministerio es una sociedad entre nosotros y el Espíritu Santo.
Por ejemplo, primero Pablo se fijó en el hombre paralítico. Inmediatamente, se preocupó por él, como Cristo. Al mirar al hombre, discernió a través del Espíritu Santo, que estaba abierto al amor sanador de Dios. Por lo tanto, en voz suficientemente alta como para que oyeran los demás, Pablo sanó al hombre como un testimonio del poder de la compasión cristiana.
Cuando las personas le dieron crédito a Pablo por el milagro, ¿cómo respondió? Bueno, ¿cómo responderíamos tú o yo? Probablemente diríamos: “No, yo no hice nada especial” — nuestra forma usual de manejarnos con los halagos. Pero Pablo no. Él sabía que la verdadera humildad significa aceptar el halago mientras se le da crédito a Dios. Es una sociedad.
Pablo explicó que él y Bernabé estaban trayendo buenas noticias sobre el verdadero Dios. No disminuyó “humildemente” sus capacidades para predicar, ni tampoco negó que fuera capaz de hacer milagros. Simplemente quitó la atención de sí mismo y la puso en Dios.
Cada buena obra que hacemos es una evidencia de que Dios está trabajando en nosotros y a través nuestro. La humildad significa darse cuenta que no somos aptos y con tendencia a pecar, PERO, gracias a Dios, él nos da la gracia con su santidad, entonces podemos ser cristianos extraordinarios. Como dice en el Salmo responsorial de hoy Nro. 113: “No a nosotros, Oh Señor, sino a Tu nombre dale la gloria.”
Nunca te degrades cuando te felicitan. Degrada el trabajo de Dios en ti. Reconoce tu sociedad con el Espíritu Santo usando tu vida para ayudar a que otros se enfoquen en Cristo.
© 2023 por Terry A. Modica
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