¿Es tonto confiar en Dios?
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Con frecuencia nos falta lo que necesitamos porque no hemos tratado lo suficientemente duro para encontrar la ayuda de Dios.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Jueves de la 8va. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Justino, Mártir
Junio 1, 2023
Oración para hoy:
Mi Señor: dame la gracia de tener conciencia de qué es lo que debo pedirte y que ninguna razón humana me acobarde ni me distraiga de acudir a ti. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Sirácides 42, 15-25
Salmo 32, 2-9
Marcos 10, 46-52
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/060123.cfm
¿Es tonto confiar en Dios?
¿Alguna vez has sido ridiculizado por cómo rezabas o por lo que le pediste a Dios que proveyera? El hombre ciego en la historia del Evangelio de hoy fue regañado cuando valientemente le pidió ayuda a Jesús. Es probable que haya frustrado mucho a los que le rodeaban. Creían que era absurdo que él llamara tanto la atención sobre sí mismo. Pensaron, “¡Qué lástima! ¡Que alguien lo calle!”
En aquellos tiempos, la gente asumía que las dolencias físicas y las deformidades eran castigos de Dios. Bartimeo pidió que sus ojos fuesen sanados — ¡qué tonto! Pero los que lo criticaban eran los ciegos. No podían ver la verdadera naturaleza de Jesús. Se perdieron la compasión amorosa que tenía por todos los que pedían su ayuda.
¿Has sido llamado fanático por confiar en la ayuda de Dios? ¿Te atreverías a ser testigo y pedirle ayuda públicamente a Jesús? Sin dudas, parecerías bastante ridículo ante los hechos de la “realidad”. Pero la realidad de Dios no es la realidad del mundo.
Frecuentemente la persona que más nos ridiculiza somos nosotros mismos. “Shhh, no seas tonto”, nos advertimos a nosotros mismos. “¿Te acuerdas de ese hombre del que te burlaste por hacer el ridículo? No quiero que también se rían de mí”.
Mira el entusiasmo del hombre ciego: después de ser sanado, inmediatamente siguió a Jesús por la calle. ¿Cómo respondes a la bendición que te ha dado Dios? La mayoría de nosotros deliberadamente controlamos nuestra alegría, por miedo a lo que los demás puedan pensar. Pero si al hombre ciego le hubiese importado las opiniones de los que lo regañaron, no hubiese recibido su milagro.
Por supuesto que no debemos atraer la atención de los demás hacia nosotros mismos de manera innecesaria. Pecamos de ridículos cuando queremos glorificarnos a nosotros mismos al distraer a las personas de Jesús. Pero si nuestro entusiasmo puede llevar a los demás hacia Jesús, entonces pecamos si mantenemos nuestra fe en privado.
Tenemos mucho por lo cual entusiasmarnos. La primera lectura de hoy nos presenta una lista de cosas que Dios ha hecho. ¿Qué incluye tu lista? Seguramente podrías redactar tu propia “escritura” sobre lo que Dios ha hecho en tu vida y tus razones por estar entusiasmado de seguir a Cristo.
Una lista así puede ser una gran herramienta para levantar tu ánimo cuando te sientes desalentado o decepcionado. También puede ser un gran testimonio para aquellos que están pasando por dificultades que son similares a las tuyas.
¿Qué necesitas de Jesús? Deberías estar dispuesto a hacer lo que sea para conseguirlo. Frecuentemente nos falta lo que necesitamos porque no hemos intentado lo suficiente para conseguir la ayuda de Dios. Nos rendimos fácilmente, contentos con ser víctimas de nuestras circunstancias porque podríamos parecer tontos o porque nos da miedo fallar si confiamos demasiado en Dios. ¡Ahora bien, esa actitud es tonta!
© 2023 por Terry A. Modica
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