¿Qué semillas de mostaza estás sembrando?

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica


“En el cielo descubriremos que incluso nuestros gestos de santidad más pequeños, han hecho una hermosa diferencia.”


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Lunes de la 17ma. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Ignacio de Loyola, Presbítero
Julio 31, 2023

Oración para hoy:

Señor mío, tú has puesto en mi corazón la semilla de tu Reino y el deseo de seguirte. Gracias Señor por este don, fruto de tu amor. Haz que crezca en mi interior y sea derramado hacia los que te buscan de corazón. Amén.

ORACIÓN¡MEJORA TU DÍA!
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Lecturas de hoy:

Éxodo 32, 15-24.30-34
Salmo 105, 19-23 (con 1a)
Mateo 13, 31-35
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/073123.cfm

¿Qué semillas de mostaza estás sembrando?

¿Cuáles son tus semillas de mostaza? Todos las tenemos. Si fuiste bautizado, tienes una bolsa llena de semillas de mostaza. Son los dones, talentos y recursos con los que el Padre te ha provisto. Por lo tanto, tú eres esa persona a quién Jesús describe en la lectura del Evangelio de hoy.

No importa si tus semillas parecen ser muy pequeñas para hacer una gran diferencia. El Reino de Dios es como una semilla de mostaza, que comienza muy pequeña, sin embargo después de brotar, crece y crece y finalmente se convierte en un árbol grande y frondoso. Para ver la prueba de esto, ve a la tienda de abarrotes, compra una jarra de semillas de mostaza en el pasillo de las especias, y planta una semilla en un vaso de papel en tu casa. Riégalo, ponlo en el sol, y pronto una planta estará emergiendo a la vida y creciendo rápidamente. (Nota: La semilla de mostaza de la que se habla en la escritura, es la semilla de Mostaza Negra Oriental que es muy diminuta. Las semillas amarillas que compras en tu tienda de abarrotes, te pueden mostrar el principio espiritual del crecimiento increíble, pero no se convertirán en el arbusto que crece en Israel.)

En el día de hoy tendrás la oportunidad de plantar una semilla de mostaza en alguna parte del Reino de Dios. La semilla puede que sea tan pequeña como una palabra de aliento que le dices a un compañero de trabajo o a un vecino que se siente molesto. Palabritas de esperanza que, cuando son plantadas con oración y el poder de Dios, enraizarán aún cuando las personas a las que se las dijiste, las olviden. La semilla de mostaza que les diste, va a brotar con fuerza renovada que les ayudará a lidiar con sus problemas.

Y, a menos que el terreno de sus almas esté duro y rocoso, estos brotes nuevos van a desarrollar ramas que propagarán esperanza hacia nuevas direcciones, afectando más áreas de sus vidas. Las ramas desarrollarán hojas que proporcionarán la sombra que los protegerá del calor que producen sus problemas, dándoles resistencia necesaria para que puedan esforzarse en buscar una solución que no habían visto antes de que entraras en su jardín para darles semillas de ánimo, cuando se sentían molestos y desanimados.

El árbol joven de mostaza continuará creciendo mientras aumenta su confianza, porque la confianza crece con aquellas experiencias que nos dan evidencias de que hay una razón para tener esperanza. La próxima vez que pasen por un problema similar, el árbol de mostaza los protegerá de la desesperación.

Este árbol se desarrollará más adelante en un árbol lo suficientemente grande para proveer ramas frondosas donde otros podrán “anidar”. Esto es lo que Jesús quiere decir con los pájaros que vienen a habitar en las ramas del árbol. La gente en quienes tú sembraste las diminutas semillas, algún día le darán esperanza a otros al compartir la fortaleza que adquirieron, mientras crecían en medio de sus dificultades.

No sabremos la dimensión del impacto que produjimos hasta que muramos y entremos en la plenitud del Reino de Dios. El purgatorio, será una época de profundo dolor de nuestro corazón, cuando sepamos qué sucedió cada vez que retuvimos nuestras semillas porque pensamos que no eran valiosas. El cielo será donde descubriremos que aún nuestros gestos más pequeños de santidad, hicieron una bella diferencia.

Dios se regocija por todas las pequeñas cosas que hacemos por su Reino.

© 2023 por Terry A. Modica

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