El lado justo del amor

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica


“Debemos perdonar constantemente a aquellos que pecan contra nosotros repetidamente, pero también debemos pedirles que se marchen y no pequen más.”


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Miércoles de la 19na. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Esteban de Hungría
Agosto 16, 2023

Oración para hoy:

Perdóname Señor, por las veces que rechacé la corrección de mis hermanos. Perdóname por no corregir con misericordia y humildad. Gracias por recordarme que todos somos necesarios para construir tu Iglesia. Amén.

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Lecturas de hoy:

Deuteronomio 34, 1-12
Salmo 65, 1-3a.5.8.16-17
Mateo 18, 15-20
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081623.cfm

El lado justo del amor

A veces nos esforzamos tanto para ser buenos Cristianos, que nos enfocamos en el aspecto misericordioso del amor y descuidamos el otro lado del amor: la justicia. Como seguidores de Cristo, tenemos que amar a nuestros enemigos, pero también tenemos que dejar que cosechen lo que sembraron, porque esta es también la forma en que Dios ayuda a la gente a descubrir su amor.

Tenemos que perdonar constantemente a aquellos que pecan repetidamente en contra nuestra, pero también tenemos que defendernos y pedirles que se vayan y ya no pequen más.

Dios establece límites de amor para todos aquellos que están envueltos en dificultades. La Justicia es la consecuencia de traspasar ese límite. En la primera lectura de hoy, vemos a la Justicia en acción. Previamente, Moisés había traspasado la línea cuando falló al ser un buen ejemplo para la gente que lo observaba y aprendía de él. Ahora, Dios no le permitirá que guíe a su pueblo en el camino final hacia la Tierra Prometida.

Hoy en la lectura del Evangelio, Jesús nos dice como mantener los límites:

1. La palabra ‘no’: Cuando alguien peca en tu contra, dile de manera cortés, pero firme, que no es correcto. Por misericordia, perdonamos y les damos otra oportunidad. Pero si eso no detiene que él siga pecando, tenemos que decir un “¡no!” rotundo, y auxiliarnos con otras personas, para que verifiquen que el pecador se está comportando de manera dañina y debe detenerse. De nuevo, por misericordia, lo dejamos en el pasado y esperamos lo mejor. Y si eso falla también tenemos que respaldar nuestro “¡no!” con la ayuda de la comunidad de la Iglesia.

Entonces, si el abuso continúa, tenemos que proteger a las víctimas al tratar al pecador como “un pagano o recaudador de impuestos”, o sea, alguien que no es miembro de la Iglesia, lo que significa que es el momento de traer a las autoridades civiles (si el pecado es una actividad ilegal) e impedirle el acceso al pecador. Nosotros nunca dejamos de amar, pero tenemos que tratar a esa persona como un forastero. Son los límites de: “No, tú debes enfrentar las consecuencias de estar separado de mí hasta que sinceramente te arrepientas.”

2. Atar y desatar: Ata todo lo que hay que atar, y deja ir lo que se tiene que ir. En otras palabras, la “Oración de la Serenidad”: Dios, concédeme la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar (por ej. dejar ir el pecado que te sujeta, por tu deseo de cambiar al pecador), valor para cambiar aquellas que puedo (por ej. atar la situación al poder de Dios y a tu deseo de trabajar duro para ayudar), y sabiduría para reconocer la diferencia.

¿Sabías que esta es sólo la primera mitad de la Oración de Serenidad? La segunda parte, olvidada con frecuencia, es hermosa e importante:

Viviré un día a la vez,
Disfrutando un momento a la vez,
Aceptando las adversidades como caminos hacia la paz.
Tomando, como lo hizo él, este mundo pecador tal como es,
No como lo tomaría yo.
Confiaré en que él hará que todo salga bien
si lo someto a Su voluntad.
Seré razonablemente feliz en esta vida,
Y supremamente feliz con él, para siempre, en la próxima.
Amén.

3. Apoyo: No lo sufras solo. Al querer evitar el pecado de las murmuraciones, tendemos a compartir muy poco con otras personas. Jesús, sin embargo, nos dice que experimentaremos su cercanía y el poder del Padre cuando estamos apoyados por la oración de los amigos. Debemos encontrar dos o tres compañeros Cristianos que comprendan los problemas y que amarán al pecador mientras oran por él o ella, para que se arrepienta. Su ayuda confirma que estamos haciendo lo correcto y necesario; sin ellos nos volveríamos vulnerables y sucumbiríamos a las dudas en nosotros y sobre nuestra misión para que los pecadores alcancen la conversión.

Dios ya ha colocado límites para protegernos del mal por medio de sus mandamientos. Tú y yo estamos llamados a permanecer con él del lado santo de la línea y hacerlo claramente visible para aquellos que no la ven o no la quieren ver. Esto es de vital importancia para que el amor de Dios entre de lleno al mundo.

Reflexiona más sobre este tema, usando nuestro PalabrasVivas: “Justicia en la Iglesia. El verdadero significado de justicia” en https://buenasnuevascatolicas.org/lidiando-con-el-terror-y-el-mal/justicia-en-la-iglesia

© 2023 por Terry A. Modica

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