La autoridad de Jesús a la distancia

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica


“A pesar de las pruebas difíciles, nuestro Padre amoroso tiene más autoridad que nuestro mayor problema.”


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Lunes de la 24ta. Semana del Tiempo Ordinario
Septiembre 18, 2023

Oración para hoy:

Amado Padre: que la fe que me regalaste dé frutos buenos y abundantes. Que jamás guarde para mí los tesoros que Tú me has revelado y confiado. Amén.

SaintsEncuentra el Santo de hoy
BuenasNuevasCatolicas.org/santos-diarios

Lecturas de hoy:

1 Timoteo 2, 1-8
Salmo 28 (27), 2.7-9
Lucas 7, 1-10
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/091823.cfm

La autoridad de Jesús a la distancia

¿Qué tipo de temor le tienes a Jesús? ¿Tú sabes que él es poderoso y que lo único que necesita hacer es pensar en algo, tomar una decisión y esto se cumple? En la lectura del Evangelio de hoy el centurión ya sabía esto. Es la creencia fundamental de la fe verdadera. Es la fe que esperamos tener cuando en la Misa oramos, “Señor, no soy digno pero una palabra tuya”

Toma un momento para reflexionar con recogimiento cómo Dios está involucrado a fondo en tu vida. Antes de que pidas su ayuda y aun antes de que sepas que necesitas su ayuda, él ya lo sabe todo. Él sabe qué va a pasar, cuándo va a pasar y cómo te puede ayudar de la mejor manera posible. Él también sabe cómo usarlo para que crezcas en santidad. A pesar de lo difíciles que sean tus pruebas, nuestro Padre amoroso tiene una autoridad que es mucho mayor que tu problema más grande.

Si tú crees eso, tu fe es como la del centurión.

¿Pero qué hay de la fe del esclavo? ¿Creyó él (o ella) en la autoridad de Jesús para dar sanación? ¿Pidió sanación el esclavo? No lo sabemos, pero no importa. El centurión y sus amigos judíos intercedieron por el esclavo. La autoridad que Jesús tiene — y su preocupación — era tan poderosa y total que no necesitaba escuchar un pedido por boca del esclavo. Él le respondió a la gente que se preocupaba por él. Fue su amor y su fe en su autoridad que le dieron paso al milagro.

Si has estado orando por alguien cuya fe en Dios es inexistente o está apenas con vida, recuerda que Jesús puede ayudarte desde la distancia, porque su autoridad es mucho más grande que la resistencia, rebelión o incredulidad de cualquiera. Sin embargo, puede parecer que tus oraciones no están funcionando, porque sólo puedes ver lo obvio. Recuerda esto: siempre sucede más de lo que podemos ver. Dios sabe cómo trabajar con el libre albedrío de él o ella para ayudar a su alma de la mejor manera posible.

No podemos ver la imagen completa. Lo que sabemos con certeza es que hay mucho que no conocemos. ¿Vamos a basar nuestra fe en lo que podemos comprender con nuestros muy limitados cerebros — o en Jesús quien siempre responde a nuestro amor por los demás? En su compasión, el redirige nuestras plegarias a donde sea necesario para ayudar a su salvación, porque él quiere pasar la eternidad con ellos infinitamente, más de lo que nosotros queremos.

Como lo señala la primera lectura de hoy, Jesús es el mediador entre Dios y la humanidad. Con una palabra de Jesús, se cumple la voluntad de Dios. El centurión proclamó una verdad profunda cuando dijo, “Una palabra tuya bastará para sanarlo.” Este es el fundamento de nuestras oraciones cada vez que recibimos a Jesús en la Eucaristía: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.” En esta oración, reconocemos la autoridad de Cristo. Con esta fe, es mucho lo que Dios puede llevar a cabo.

© 2023 por Terry A. Modica

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