¡Bien hecho, mi siervo bueno y fiel!
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Tenemos los talentos suficientes para hacer una diferencia para el Reino de Dios, porque nuestras habilidades vienen de él.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
33er Domingo del Tiempo Ordinario
Noviembre 19, 2023
Oración para hoy:
Padre bueno, haré todo lo posible, con la ayuda de tu gracia, para que, cuando me llames, pueda escuchar de tus labios las hermosas palabras: “Siervo bueno y fiel…entra a tomar parte en la alegría de tu Señor.” Amén.
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Lecturas de hoy:
Proverbios 31,10-13.19-20.30 y 31
Salmo 128 (127), 1-5
1 Tesalonicenses 5, 1-6
Mateo 25, 14-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/111923.cfm
¡Bien hecho, mi siervo bueno y fiel!
La lectura del Evangelio de este domingo nos recuerda no enterrar los dones que Dios nos ha dado. ¡Hacer eso es ser un “siervo malo y perezoso!”
¡Auch!
Todos tenemos, al menos, un talento enterrado. Hay más que podríamos estar haciendo para el Reino de Dios, pero pensamos: “Yo no. No estoy lo suficientemente dotado”, o “Alguien puede hacerlo mejor que yo”, o “Dios no me puede estar pidiendo eso“, o “No tengo tiempo, ni los recursos financieros, ni el conocimiento, ni bastante buena salud”, o “ahora estoy jubilado y he esperado mucho tiempo para finalmente centrarme en mis propios deseos. “
No hay una excusa santa para desperdiciar todo lo bueno que Dios nos ha dado, pero, lamentablemente, sucede muy a menudo porque no nos damos cuenta de lo necesario que son nuestros talentos para la Iglesia y nuestra misión de propagar la influencia de Cristo en el mundo.
¿Qué es lo que está dejando de lado tus dones y talentos? ¿Qué está interfiriendo con tu utilidad para el Reino de Dios? ¡Ahora es el momento para extender tu potencial y tus talentos en los planes de Dios!
Todos estamos “suficientemente” dotados para hacer una diferencia para el Reino de Dios, porque nuestras capacidades provienen de él. Somos sus siervos y es él, no nosotros, quien decide lo que somos capaces de hacer. Incluso los enfermos y los postrados en cama tienen un propósito divino que pueden lograr en sus circunstancias y sufrimientos. A menudo, estas personas son guerreros de oración muy poderosa y tienen la sabiduría más sólida en la tierra.
¿Has sido desafiado alguna vez por la pregunta: “Si Dios es tan bueno, ¿por qué permite que el mal suceda?”? La respuesta es: No es Dios quien lo permite. ¡Somos nosotros quienes lo permitimos! Somos el Cuerpo de Cristo en la tierra. Somos sus manos, pies, cuerdas vocales y brazos. Jesús realmente quiere hacer nuestro mundo más celestial, pero muchos de nosotros tenemos razones aparentemente buenas para enterrar los regalos que podrían hacer la diferencia. ¡De hecho, se trata de pereza malvada!
Preguntas para Reflexión Personal:
¿Qué bien has hecho? Escucha a Dios asegurándote: “¡Bien hecho, mi siervo bueno y fiel! Ya que has sido fiel en lo poco, te daré mayores responsabilidades. ¡Ven, comparte el gozo de tu Amo!” ¿A qué “mayores responsabilidades” podrías decir sí, ofreciendo los dones que él te proporcionó? ¿Qué te impide decir sí?
Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
¿Cómo recomendarías, basado en tus propias experiencias, que los cristianos debieran invertir los dones de Dios? ¿Cómo identificas (1) tus dones y (2) los propósitos de Dios para ello?
Para más sobre este tema, lee “Cómo ser un Misionero de las Buenas Nuevas” en gnm-es.org/sobre-nosotros/acerca-de-como-ser-misionero/.
© 2023 por Terry A. Modica
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