¿Qué estás buscando?

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

Qué estás buscando


Encontramos lo que estamos buscando cuando lo damos a los demás.


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

2do. Domingo del Tiempo Ordinario
Enero 14, 2024

Oración para hoy:

Tu llamada Jesús, es irresistible. Cuando Tú te muestras y sales al encuentro, tu amor lo supera todo y no hay quien pueda resistirse. ¡Gracias por haberme llamado por mi nombre! Amén.

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Lecturas de hoy:

1 Samuel 3, 3b-10. 19
Salmo 39, 2, 4. 7-10
1 Corintios 6, 13c-15a 17-20
Juan 1, 35-42
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/011424.cfm

¿Qué estás buscando?

Escucha esta reflexión en audio

Así como Jesús lo hizo con Andrés, que fue uno de sus primeros discípulos, en el pasaje del Evangelio de este domingo, Él te dice a ti y a cada uno de nosotros: “¿Qué estás buscando?” Cuando oras, y cuando miras el crucifijo, o cuando ves una imagen de Jesús, ¿qué exactamente estás buscando?

Jesús dice: “¡Vengan y vean!” Vengan y vean ¿qué? ¿Su amor? ¿Su poder sanador? ¿Su poder sobrenatural para contestar nuestras oraciones? Lo que sea que estemos buscando, la razón por la cual lo estamos buscando, es porque todavía no lo tenemos.

Jesús es el cumplimiento de cada promesa de Dios Padre. Jesús es la plenitud del amor, el proveedor de misericordia, el sanador divino, el mediador perfecto de todas nuestras oraciones y preocupaciones y de todo lo demás que verdaderamente necesitamos. Entonces, ¿por qué se siente como si todavía hiciera falta algo? ¿Por qué nuestras vidas se sienten incompletas? ¿Por qué nuestras oraciones parecen no tener respuesta?

La verdad es revelada en lo que pasó después que Andrés empezó a seguir a Jesús. Lo leemos en la respuesta de Samuel a la invitación de Dios. Lo proclamamos en el Salmo Responsorial: “Heme aquí, Señor; vengo a hacer tu voluntad.”

Andrés, su hermano Simón Pedro y los otros discípulos tuvieron el privilegio de ser testigos de primera mano de los maravillosos Milagros de Jesús. Experimentaron personalmente el amor de Dios a través de los ojos mansos de Jesús, el tono dulce en su voz, y el perdón visible en Su sonrisa.

Aún con todo esto, en realidad no encontraron lo que estaban buscando (recuerda qué tan fácilmente Pedro se sintió temeroso, o confundido, o inseguro) hasta que estuvieron en situación de dar. Ellos no descubrieron la plenitud de Jesús hasta que Jesús ya no estuvo presente en la carne, y aceptaron el llamado para continuar el ministerio de Cristo en la tierra.

Lo mismo es verdad para nosotros que nunca hemos visto los verdaderos ojos o escuchado la verdadera voz de Jesús. Encontramos lo que estamos buscando cuando lo damos a los demás. ¿Por qué? ¡Porque entonces descubrimos que en realidad siempre lo tuvimos! Este es el milagro de “Heme aquí, Señor; vengo a hacer tu voluntad.”

Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Qué necesitas de Jesús que Él no parece estar dándote ahora? En el centro de tus peticiones de oración, ¿qué es lo que realmente buscas? ¿Cómo puedes encontrarlo al hacer la voluntad de Dios? Contempla esta pregunta hasta que se te ocurra algo para hacer. Luego hazlo, y observa qué ocurre.

Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
Describe una ocasión en la que diste lo que no pensabas que tenías. Tal vez fue dinero o tiempo. Tal vez fue paciencia o esperanza o el mismo amor. ¿Cómo estabas haciendo la voluntad del Señor? ¿Qué pasó con tus propias necesidades después?

© 2024 por Terry A. Modica

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