¿Cansado y desgastado?

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

¿Estás agotado de entregarte a los demás?


“Nuestra máxima prioridad ha de ser nuestra relación con Dios; es por esto que recibimos todo lo que necesitamos.”


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Jueves de la 5ta. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de Santa Josefina Bakhita, virgen
Febrero 8, 2024

Oración para hoy:

Señor, muchas son nuestras faltas, pero es por tu misericordia y tu amor por nosotros que podemos decirte: ¡Aba, Padre! ¡Venga tu reino! Amén.

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Lecturas de hoy:

1 Reyes 11, 4-13
Salmo 106 (105), 3-4.35-37.40
Marcos 7, 24-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020824.cfm

¿Cansado y desgastado?

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¿Estás cansado? ¿Agotado?

Esto podría ser una señal de que tus prioridades son incorrectas. Si estás cansado de ayudar a otros, tal vez no te estás dando el tiempo suficiente para que te ayuden a ti. No podemos dar a otros lo que no hemos recibido. Nuestra máxima prioridad debe ser nuestra relación con Dios; es de aquí que recibimos todo lo demás que necesitamos.

Hacer que Dios sea nuestra principal prioridad incluye dejarlo que nos nutra mientras tomamos un tiempo para descansar en su amor.

En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús necesita este tipo de descanso. Él ha estado ocupado asistiendo — sanando y predicando — y ha tratado con algunos fariseos muy difíciles y desaprobadores. Ahora ingresa en la casa de un amigo no identificado y espera que nadie se entere de que está aquí, al menos hasta que termine de recuperarse.

¡Todos sabemos lo que es eso! Justo cuando no podemos manejar a una persona más, exigiéndonos una onza más de energía, y nos acomodamos en el sofá para relajarnos, suena el teléfono y alguien más necesita nuestra atención.

Jesús apenas había comenzado a descansar cuando alguien llamó a la puerta. Cuando esta mujer le pide ayuda, podemos captar el mal humor en esta escritura: estaba de mal humor porque estaba cansado. ¿Te sorprende esto? Recuerda, Jesús era humano como nosotros en todos los sentidos excepto en el pecado. Pero a pesar de su mal humor, no pecó, porque todavía se preocupaba. Las necesidades de la mujer eran TAN importantes como las suyas, no menos, no más importantes, sino COMO las de él mismo. Entonces, en lugar de rechazar egoístamente a la mujer, y sin ignorar sus propias necesidades, le dio lo que necesitaba y luego inmediatamente la dirigió hacia la puerta.

Nuestro mal humor se convierte en pecado cuando lo usamos para alejar a los demás. ¡Oh, qué difícil es seguir amando cuando estamos cansados! ¿Pero adivina qué? Cuando nos aseguramos de que nuestras propias necesidades sean cuidadas y respetamos nuestras prioridades, no nos cansamos tanto. Entonces es mucho más fácil seguir amando.

En verdad, experimentamos alegría cuando permanecemos estrechamente conectados con Jesús y no dejamos que nadie se interponga entre él y nosotros. Necesitamos momentos de soledad con él. Necesitamos momentos de nutrirnos en su presencia. Debemos llenarnos continuamente de su amor para que tengamos el amor suficiente como para derramarlo en los demás sin agotarnos

¿Estás cansado de entregarte a los demás? Toma tiempo para equilibrar la ecuación. Tus necesidades son tan importantes como las necesidades de ellos. ¡Date tiempo para recibir lo que necesitas para que de nuevo tengas en abundancia para dar a los demás con alegría!

© 2024 por Terry A. Modica

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