¿Por qué no comprenden?
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“No se logra la verdadera comprensión hasta que la escuchamos en el corazón.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Martes de la 6ta. Semana del Tiempo Ordinario
Febrero 13, 2024
Oración para hoy:
¡Qué duro de entendimiento soy a veces, Señor! ¡Tú obras maravillas en mi vida, me colmas de bienes y yo aún dudo de tu amor por mí! ¡Gracias Jesús, por amarme, perdonarme y darme más oportunidades! Amén.
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Lecturas de hoy:
Santiago 1, 12-18
Salmo 94 (93), 12-15.18-19
Marcos 8, 14-21
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/021324.cfm
¿Por qué no comprenden?
“¿Todavía no entienden?” Pregunta Jesús en la lectura del Evangelio de hoy. Cada vez que pecamos, o cuando respondemos a la vida de manera enfermiza, se debe a que en realidad no comprendemos lo que Jesús enseña con sus palabras y con su vida – y por qué lo enseña. Por esta razón Jesús dijo en la cruz, “Perdónalos Padre, porque no saben lo que hacen.” ¡Ellos no entendían!
Cuando pecamos, usualmente se debe a que no entendemos la bondad de los mandamientos de Dios o el amor subyacente en las enseñanzas de la Iglesia.
Saboteamos nuestra vida con malas decisiones o adicciones, preparándonos para el fracaso, ahuyentando a los amigos que Dios nos ha dado, etc., porque no entendemos el daño que nos estamos haciendo a nosotros mismos.
No queremos amar a todo el mundo incondicionalmente, porque no entendemos cómo Dios nos ama. Huimos de los sufrimientos y rechazamos a aquellos que nos causan dificultades, porque no nos damos cuenta del valor que tiene el abrazar nuestras cruces.
Vivimos en matrimonios no sacramentales, porque no entendemos lo que falta. O vivimos en un divorcio válido sin la anulación, porque no sabemos de la sanación y libertad que se experimenta en el proceso.
No estamos interesados en el ministerio, porque no entendemos cómo es ser el socio de Dios. Nos vamos de la Misa a casa sin cambiar, porque en realidad no entendemos lo que sucede en la Eucaristía.
Rechazamos las enseñanzas de la Iglesia que no nos gustan, porque no entendemos lo que realmente está enseñando la Iglesia. Pero si las investigamos con un corazón humilde, descubriremos lo buenas y amorosas que en realidad son. ¡Están fundamentadas en las escrituras y en el amor!
El entendimiento es un don del Espíritu Santo. Es uno de los frutos de leer la Palabra de Dios. Es la bendición que proviene de escuchar cuando oramos. Es una cosecha que producen los retiros, seminarios espirituales y misiones parroquiales. Es la gracia compartida en una buena conversación con amigos cristianos. Pero el verdadero entendimiento no se alcanza a menos que se escuche con el corazón. Por eso, debemos actuar conforme a la verdad.
Vemos la verdad y nos olvidamos de ella.
Escuchamos la verdad y nos acordamos de ella.
OBRAMOS SEGÚN la verdad y finalmente la entendemos.
¿Estás dispuesto a entender realmente?
© 2024 por Terry A. Modica
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