El camino de la santidad
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Dios nos ha dado a conocer sus mandamientos a través de las escrituras y de la tradición Católica de la Cristiandad.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Miércoles de la 3ra. Semana de Cuaresma
Marzo 6, 2024
Oración para hoy:
Señor Jesús, quiero renunciar a todo aquello que me impide transitar mi camino de santidad. Fortaléceme para querer hacer siempre tu santa voluntad. Amén.
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Lecturas de hoy:
Deuteronomio 4, 1.5-9
Salmo 147, 12-13.15-16.19-20
Mateo 5, 17-19
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/030624.cfm
El camino de la santidad
Cuántas veces has escuchado decir: “Está bien si hago esto o lo otro aunque se supone que no debo hacerlo. Dios entiende. Él me ama igual”. Por ejemplo: “Está bien si digo malas palabras. Son sólo palabras. Dios entiende que he tenido un muy mal día”. O “está bien que haya tenido un aborto. No creo que haya sido una persona real. Y Dios entiende mis motivos”. O “está bien que las parejas homosexuales se casen porque se aman, y Dios es amor”.
En la primera lectura de hoy, Moisés enfatiza cuán importante es observar (obedecer) los decretos de Dios. Dijo: “Obsérvenlos cuidadosamente …” ¿Qué pasa si alguien quisiera usar la ignorancia como una coartada? Por ejemplo: “No entiendo cómo el aborto puede romper con el mandamiento de Dios de ‘No matarás’, ya que el feto aún no es una persona real”.
Dios dio a conocer sus mandamientos. Él nos habla mediante las Escrituras y, en la Tradición Católica de la cristiandad, mediante las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, las cuales están basadas, cuidadosamente, en las Escrituras para explicar cómo aplicarlas a situaciones modernas.
Entonces ¿por qué a veces se vuelve tan complicado entender la voluntad de Dios? Porque nos convencemos de que un pecado realmente no es un pecado. Decir que un feto no es una persona, no lo convierte en un pedazo de tejido sin sentido; no tenemos ese tipo de poder. Decir que Dios entiende, no hace que apruebe lo que hacemos; no tenemos ese tipo de control. Decir que el amor entre parejas del mismo sexo justifica la actividad sexual, no hace que Dios cambie sus planes para el matrimonio; no tenemos ese tipo de autoridad.
La palabra “obediencia” viene del latín “escuchar”. Cuando no estamos de acuerdo con una enseñanza de la Iglesia, Jesús nos está ordenando que la estudiemos. Escuchen al Espíritu Santo que les explicará la verdad. La esencia de toda verdad es el Amor. Cuando oímos, y finalmente escuchamos, cualquier enseñanza difícil, en el contexto del amor, se vuelve fácil.
Jesús nos advierte en el pasaje del Evangelio de hoy que: “todo el que infrinja uno solo de estos mandamientos, por más pequeño que sea, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en el Reino de Dios”. Aunque hemos sido salvados del infierno porque sabemos que Jesús nos ha redimido mediante la cruz, no hemos sido salvados de las repercusiones eternas de aferrarnos a la desobediencia mediante excusas y racionalizaciones. (Ver mis notas más abajo).
¿Qué pecado es peor: decir malas palabras o abortar? No importa. Jesús dice: “todo el que infrinja uno solo de estos mandamientos, por más pequeño que sea, y enseñe a otros a hacer lo mismo …” ¿Qué estamos enseñando mediante nuestros ejemplos? Jamás pecamos en soledad. ¡Cuán terrible es permitir a los demás que pequen gracias a nuestra haraganería con respecto a nuestro propio camino de santidad!
He aquí una oración matutina para entregarnos a la santa voluntad de Dios:
Señor, aquí estoy hoy.
Imperfecto. Tentado a pecar.
No amándote como desearía, no amando a los demás como debería.
Tómame como soy. ¡Tú sí me amas como soy!
¡Tú eres tan bueno conmigo! Ayúdame a amarme a mí mismo también.
Toma lo bueno — los dones que Tú me has dado —
y úsalo para Tu Reino.
Toma lo imperfecto y transfórmalo en una bendición.
Toma lo que es pecado y enséñame a crecer en santidad.
Señor, aquí estoy hoy.
Ayúdame a hacer Tu voluntad.
© 2024 por Terry A. Modica
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