Confía en lo que Dios ha dicho
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Aquellos cuya fe depende de evidencias visibles, son fácilmente sacudidos cuando llegan las desgracias y las pruebas.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 4ta. Semana de Cuaresma
Marzo 11, 2024
Oración para hoy:
Mi Señor, que tu amor me seduzca de tal forma que ya no necesite ni signos ni prodigios para saber de tu preocupación por mí. Amén.
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Lecturas de hoy:
Isaías 65, 17-21
Salmo 29, 2.4-6.11-13
Juan 4, 43-54
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/031124.cfm
Confía en lo que Dios ha dicho
La historia del Evangelio de hoy nos muestra un contraste entre los verdaderos creyentes y los no creyentes. Jesús quiere que confiemos en sus palabras en lugar de buscar signos inequívocos. Cuando el oficial real puso su confianza en lo que le dijo Jesús, se convirtió en un creyente. Nosotros, no obstante, con frecuencia ponemos nuestra confianza en ‘ver es creer.’
Para tener una fe fuerte y vencer las dudas, tenemos que elegir confiar en lo que Dios nos ha dicho en su Palabra, más que creer en lo que podemos ver. Aquellos cuya fe depende de evidencias visibles, son fácilmente sacudidos cuando llegan las desgracias y pruebas.
Por ejemplo ¿hacemos la señal de la cruz al final de una oración porque pensamos que esto le da más poder? Es mucho mejor hacer la señal de la cruz con nuestras vidas, confiando en lo que Dios ha dicho. El poder de nuestra oración proviene de nuestra unidad con Cristo, no de un gesto de la mano.
Dios nos habla claro en la Escritura y en las enseñanzas de la Iglesia, las cuales nos explican cómo aplicar las Escrituras a nuestras vidas. No hay razón para estar inseguros.
¿Alguna vez has considerado responder a un llamado de Dios, pero has esperado por una señal antes de decir que sí? Generalmente, recibimos la señal, pero dudamos si viene de Dios porque no nos gusta la respuesta, entonces, esperamos otra señal.
Cuando oramos pidiendo el punto final a los problemas que otros nos están causando, ¡nos impacientamos buscando una señal de que Dios los derribará al piso con un rayo del Espíritu Santo! Deberíamos dedicar tiempo, en cambio, averiguando lo que enseña la Palabra de Dios sobre amar a las personas problemáticas y encontrando paz al abandonar el enojo y la frustración, a través del perdón incondicional.
Cuando queremos que Dios nos pruebe su amor por nosotros, dándonos los milagros que buscamos, no estamos confiando en lo que dice la Escritura sobre él. Queremos que Dios haga nuestra voluntad como un signo de su preocupación por nosotros. Pero sólo confiando en sus promesas, podemos comprender y apreciar que Él tiene un plan mejor, aunque aún esté escondido.
Si insistimos en ver signos y prodigios, estamos diciéndole a Dios qué condiciones debe reunir para satisfacernos. Estamos rechazando su conocimiento superior, atreviéndonos a presumir que sabemos mejor que él sobre lo que es bueno para nosotros.
La confianza no siempre tiene sentido. Los signos y prodigios tienen sentido. Preferimos que las cosas tengan sentido, pero entonces, no necesitamos la fe. Es mucho mejor confiar porque la confianza abre nuestra fe y la fe allana el camino para verdaderos signos y prodigios, ¡signos y prodigios que no son prueba del amor de Dios, pero que son puro don!
© 2024 por Terry A. Modica
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