¿Te ha fallado Dios alguna vez?
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“¡Dios te ama plenamente a ti, Su hijo adoptivo, no con menos intensidad que a Jesús, Su Hijo Unigénito!”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Miércoles de la 4ta. Semana de Cuaresma
Marzo 13, 2024
Oración para hoy:
Gracias Jesús, porque siempre estás atento a todas mis necesidades, aunque, a veces, no creo en esta realidad. Te pido la gracia de ser siempre consciente de tu mirada amorosa puesta sobre mí. Amén.
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Lecturas de hoy:
Isaías 49, 8-15
Salmo 144, 8-9.13-14.17-18
Juan 5, 17-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/031324.cfm
¿Te ha fallado Dios alguna vez?
¿Eres tú éste?’ A veces siento como que Dios me ha defraudado. Se ha olvidado de mis necesidades. Me ha abandonado.’
Nuestros sentimientos no son confiables para decirnos la verdad. La primera lectura de hoy nos asegura que Dios nunca, nunca, (y de nuevo digo ¡nunca!) dejará de preocuparse por nosotros y de hacernos el bien. Las madres tienen unas uniones fuertes, instintivas con sus hijos, pero ¿se imaginan a una madre olvidándose de su hijo? Dios tiene una memoria mucho mejor. Y tú, querido, ¡eres su muy precioso hijo!
Lee las palabras de Isaías para ti. Ese es tu Padre hablándote directamente a ti:
‘¿Cuáles son tus peticiones? En el tiempo de la misericordia (tiempo divino perfecto) te escuché. ¿Qué faltas, pecados y errores han destruido tu vida? Yo restauraré tu tierra (tu vida). ¿Qué adicciones o injusticias te han hecho prisionero? Yo te digo: ¡Sal! ¿Por qué te entretienes en la oscuridad del mal? ¡Ven a la luz y déjate ver!’
‘¿Necesitas descanso y alimento? Por los caminos que yo te llevo, encontrarás pastos donde te refrescarás. Pero solamente si me dejas guiarte y dejas de insistir en que lo hagamos a tu manera.’
‘Bienaventurado eres si tienes hambre y sed, porque serás saciado. Déjame hablarte de esos tiempos difíciles que están secando tu vida: el viento abrasador y el sol no te derribarán. Siento pena por ti. Déjame llevarte y guiarte hacia manantiales de agua, la poderosa agua sanadora de mi Espíritu Santo. Haré un camino a través de las montañas, se nivelarán los senderos para que así no te canses de viajar conmigo, y sabrás cuál camino tomar.’
“¡Canta y regocíjate, prorrumpe en cantos! ¡Porque yo el Señor te estoy confortando! ¡Yo mostraré misericordia al afligido!”
En la lectura del Evangelio de hoy, fíjate en la intimidad entre el Padre y el Hijo. Mira cómo uno habla por el otro. Fíjate cómo Jesús, incluso cuando aún en carne humana, no hace nada alejado de su divino Padre. Observa que la única cosa importante para Jesús es hacer la voluntad de su Padre. Mira cómo el Padre le da a Jesús todo lo que él necesita.
Mira nuevamente la lectura de Isaías. ¡Eres tan importante para el Padre, como lo es Jesús! ¡Él te ama completamente a ti, su hijo adoptivo, no menos que a su Hijo engendrado! Es imposible para él amarte a ti o a cualquiera de manera incompleta.
¿Qué tan bien conoces a tu Padre? Si aún piensas que te ha decepcionado, no lo conoces en realidad. Él no es como cualquier padre humano que tú conozcas; él es el Padre perfecto.
© 2024 por Terry A. Modica
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