¿Gobernado por el temor o por el Espíritu Santo?
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Sé gobernado por el Espíritu Santo y no por el temor.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la Octava de Pascua
Abril 1, 2024
Oración para hoy:
Gracias Jesús, porque tú confirmas con tu presencia cuando doy testimonio de ti. Dame la gracia de ser valiente cuando sea perseguido a causa de tu Nombre. Amén.
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Lecturas de hoy:
Hechos 2, 14.22-33
Salmo 15, 1-2a.5.7-11
Mateo 28, 8-15
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/040124.cfm
¿Gobernado por el temor o por el Espíritu Santo?
En la lectura del Evangelio de hoy, las mujeres que encontraron el sepulcro vacío estaban “temerosas pero llenas de alegría.” ¿Por qué? No temían que el cuerpo hubiera sido robado, porque el ángel les había dejado bien claro que Jesús había resucitado de entre los muertos (lee los siete versículos anteriores). Y no temían tener la esperanza puesta en ello, pues ya habían visto lo que había sucedido con Lázaro.
¿Entonces, a qué le temían?
¿A qué le tememos, tú y yo, cuando sucede algo muy importante? Tal vez tenemos miedo de descubrir que tendremos que cambiar nuestra perspectiva. O que el evento cambiará nuestras vidas. O que los demás van a ridiculizar este cambio, nos rechazarán, no nos entenderán y nos perseguirán. O que los cambios nos exigirán más de lo que estamos dispuestos a dar.
Imagina si las mujeres de esa mañana de Pascua se hubieran dejado llevar por esos temores: después de volver al Cenáculo, donde estaban escondidos los discípulos – apoyándose mutuamente, prepararían, silenciosamente, el desayuno para el grupo. Mientras sus mentes giran en una mezcla de excitación y agitación tendrían la esperanza puesta en que alguien más fuera al sepulcro y se dé cuenta que Jesús había resucitado de entre los muertos. Esperarían que esa persona regresara y lo confirmara, antes de que ellas lo hicieran saber a todos diciéndolo en alta voz.
Y cuando nadie hubiera ido y su alegría ya no pudiera ser contenida, respirarían profundamente con incertidumbre y dirían, “Creo que algo maravilloso sucedió en el sepulcro, pero puede que sea sólo mi imaginación.” Silenciosamente, se preocuparían y pensarían: “¡No vayan a pensar que estamos locas!”
Todos, alguna vez, hemos manejado las Buenas Nuevas de esta forma.
Observen la audacia de Pedro y de los otros discípulos en la primera lectura de hoy. Ellos han dejado de ocultarse, no les importa que los tilden de locos o el revuelo que pudieran causar, de esta manera, 3.000 personas fueron convertidas por su audacia.
¿Qué fue lo que les dio tanta osadía? El Espíritu Santo. Sin embargo, las dos Marías de la mañana de Pascua, aún no habían experimentado Pentecostés.
¿Cómo es tu relación con el Espíritu Santo? ¿Con qué poder se mueve el Espíritu de Dios dentro de ti y a través de ti? Las lecturas de Misa para la época de Pascua nos dirigen hacia Pentecostés. Pasemos los siguientes cuarenta días invitando al Espíritu Santo para que destruya nuestros temores y nos dé vida en una audacia sagrada.
© 2024 por Terry A. Modica
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