El poder de pedir “En el Nombre de Jesús”

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

"En el nombre de Jesús" significa pedir según su corazón y su voluntad 


Jesús dijo: “En verdad, en verdad les digo – todo lo que pidan al Padre en mi nombre él se los dará.” (Juan 16, 23)


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Sábado de la 6ta. Semana de Pascua
Mayo 11, 2024

Lecturas de hoy:

Hechos 18, 23-28
Salmo 46, 2-3.8-10
Juan 16, 23-28
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/051124.cfm

El poder de pedir “En el Nombre de Jesús”

¿Es suficiente decir: “Padre, te lo pedimos en el nombre de Jesús”? ¿Todo lo que pidamos “en el nombre de Jesús” nos será concedido?

No. No todo lo que pedimos nos será concedido aunque lo pidamos en su nombre. ¿Por qué?

Porque nuestra oración no es un poder. Es un proceso. Sólo Dios tiene el poder. Nosotros tenemos un camino por el que Jesús desea guiarnos para nuestro crecimiento en santidad.

¿Cuántas veces “corremos” hacia Dios para pedir su ayuda inmediata sin tomarnos tiempo de hablar con él sobre el tema, expresarle nuestros sentimientos y, sobre todo, escuchar lo que él quiere decirnos? Él quiere nuestras oraciones para llegar a ser mucho, mucho más que eso.

Pedir “en el nombre de Jesús” significa pedir según su corazón y su voluntad. Pero ¿cómo sabemos que lo que pedimos está de acuerdo con su corazón y voluntad? Lo descubrimos mejor mediante un proceso en dos etapas.

Una parte es oración – el encuentro de dos amigos (el Espíritu Santo y tú o yo) que tienen una relación íntima y profunda. Abrimos nuestros corazones a él y le entregamos todo lo que nos aflige, lo que nos preocupa, nos entristece o abruma. Al someterle todo incondicionalmente a él, recibimos su consuelo, su paz, su guía. Cuando nos tomamos el tiempo para reflexionar sobre nuestros pedidos de oración desde la perspectiva de Dios, recibimos su consejo. Se desenvuelve la lección que debemos aprender. Confiando en él recibimos sabiduría sobre qué pedir y qué no pedir, qué esperar y qué no.

La otra parte es la comunidad – el encuentro con, por lo menos, un amigo, sacerdote o director espiritual lleno del Espíritu y centrado en Cristo, para poder recibir la confirmación o nuevas ideas sobre nuestro pedido de oración. Con mucha frecuencia Dios responde a las oraciones a través de la comunidad. Aunque, por supuesto, él puede obrar milagros, prefiere obrar a través del Cuerpo de Cristo en la tierra.

La guía divina para nuestras oraciones no es algo complicado. En realidad es simple, está siempre disponible y Dios siempre habla en lo simple – él habla nuestro idioma porque quiere que lo escuchemos.

© 2024 por Terry A. Modica

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