Haciendo las comparaciones correctas

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

Tú eres especialmente importante


“Nadie es superior o inferior — sólo somos diferentes. Todos fuimos hechos a imagen de Dios que es el Único Superior.”


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Memorial de San Bernabé, Apóstol
Junio 11, 2024

Oración para hoy:

Señor Jesús: te entrego a aquellos seres queridos con los que me es difícil convivir. Oro por ellos y por mí. Enséñame a respetar tus tiempos y une nuestros corazones en Ti. Amén.

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Lecturas de hoy:

Hechos 11, 21b-26; 12, 1-3
Salmo 97, 1-6
Mateo 5, 1-12
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/061124.cfm

Haciendo las comparaciones correctas

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¿Eres un Bernabé? A veces parece haber desaparecido en la sombra de San Pablo. Durante mucho tiempo, estos dos hombres fueron socios en el ministerio, pero Pablo es al que recordamos por sus abundantes escritos. Bernabé era un apóstol no menos importante en la misión de Cristo. Tenemos una visión clara de esto en primera lectura de hoy.

¿Te comparas con los Pablos en tu vida y te consideras menos importante? O tal vez no estás alcanzando tu máximo potencial en el ministerio porque te vendes a ti mismo barato, haciendo menos que otros porque piensas que nunca podrás hacer lo que otros hacen.

Las comparaciones son buenas si utilizamos la información para tomar buenas decisiones. Pero si con ella levantamos a una persona como superior a otra, no sirve ya que niega la dignidad, los dones y la singularidad del individuo llamado “inferior”. Si el compararnos con los demás nos levanta o nos pone por debajo de otros es un pecado. Nos paraliza para hacer todo lo que podemos hacer.

Nadie es superior o inferior, somos simplemente diferentes. Todos estamos hechos a imagen de Dios, que es el Único Superior. Y Jesús necesita todo de nosotros para funcionar juntos como diferentes partes del mismo cuerpo, su cuerpo en la tierra, para continuar llevando a cabo su misión de hacer este mundo un lugar mejor, llevando más almas al cielo.

Las comparaciones que llevan a sentimientos de superioridad o inferioridad se basan en asumir, erróneamente, que conocemos plenamente a las personas que estamos comparando. Cualquier lector, por ejemplo, que compara su espiritualidad con la mía no tienen idea de lo que me tomó a mí llegar a donde estoy hoy, cuánto tardé en llegar y cuáles son mis defectos aún (excepto mi esposo, Ralph, que es misericordioso al no mencionar las faltas que ve todos los días).

La única comparación válida, la comparación útil, es lo que hoy somos nosotros mismos frente a lo que éramos en el pasado. En resumen: lo lejos que hemos llegado. Sólo podemos compararnos, legítimamente, a nosotros mismos con nosotros mismos. Esto es lo que nos lleva al arrepentimiento cuando hemos pecado, sana cuando descubrimos viejas heridas y hace el mejor uso de nuestros dones.

No debemos nunca, nunca, comparar nuestro ser presente con nuestro ser pasado para encontrar sólo lo que es malo, con necesidad de arrepentimiento, o cambio. No es orgulloso darse palmadas en la espalda por la bondad que está en nosotros, o por lo que nos hemos superado, o cuánto hemos crecido, siempre y cuando reconozcamos que Dios es la fuente de todo esto. De hecho, notando cómo hemos mejorado nos da resistencia y discernimiento para seguir mejorando, cosa que glorifica a Dios a cuya imagen fuimos hechos.

Bernabé felizmente había cumplido su llamado como apóstol, porque no le molestaba que Pablo fuera más famoso. ¿Eres un Bernabé? No. Eres una obra maestra de Dios incomparable, única y maravillosa, llamado a hacer lo que estás únicamente tú capacitado para hacer.

© 2024 por Terry A. Modica

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