¿En qué te pareces a Juan el Bautista?
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“La salvación de Jesús llegará a otros siempre que estemos dispuestos a servirlo.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Solemnidad del Nacimiento de San Juan Bautista
Junio 24, 2024
Oración para hoy:
Te alabo y te bendigo mi Señor, porque tú quieres escribir una historia nueva en mi vida, fruto del inmenso amor que me tienes. Que aquello que obres en mí, sea motivo de alabanza para todos quienes como yo, esperan ardientemente en ti. Amén.
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Lecturas de hoy:
Isaías 49, 1-6
Salmo 139 (138), 1b-3.13-15
Hechos 13, 22-26
Lucas 1, 57-66.80
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/062424.cfm
¿En qué te pareces a Juan el Bautista?
¡En este día que se celebra el nacimiento de Juan el Bautista fíjate cuánto se parecen San Juan Bautista y tú!
Dios le asignó la vocación a Juan en su nacimiento y le dio su nombre cuando aún estaba en el vientre de su madre. ¡El Señor hizo lo mismo contigo! Desde el momento de tu concepción, incluso antes de que parecieras humano y tuvieras un corazón latiendo y un cerebro que pudiera pensar, te dio tu nombre porque eres su hijo precioso.
Dios dotó a Juan con una espada afilada, es decir, con la capacidad de decir la verdad (la espada del Espíritu) que corta a través de las mentiras y los engaños del mal. Él te dio el mismo regalo en tu bautismo, cuando recibiste el Espíritu Santo.
Dios ocultó a Juan a la sombra de su brazo, es decir, lo protegió. No importa lo difícil que haya sido tu vida y no importa la frecuencia con que te apartaste del Señor, tú todavía perteneces a él. Te tiene aferrado a él.
A pesar de que a veces trabajas en vano y tus esfuerzos para hacer la obra de Dios parecen inútiles, como si hubieras gastado inútilmente tus fuerzas, al igual que Juan, tu recompensa está con el Señor. Él te recompensará generosamente.
No importa lo feo que piensas que eres, no importa si eres corto de estatura, demasiado alto, enfermo o mal formado por un defecto de nacimiento, tú luces glorioso para el Señor, tu Creador. Los versos del Salmo responsorial de hoy confirman esto: ¡Estás hecho maravillosamente! Desde el momento de tu concepción, tu vida ha sido preciosa e importante.
Como lo fue con Juan, Dios es tu fuerza. Y al igual que Juan, lo que tú piensas que puedes hacer es “demasiado poco” en comparación con lo que él sabe que puedes hacer. Él tiene planeado un uso más importante para tus dones, talentos, experiencias y entrenamiento. ¡Él quiere hacer que su luz brille a través de ti! Su salvación llegará a otros mientras tú estás dispuesto a servirle.
Lo que nuestra lectura del Evangelio de hoy nos dice de Juan es válido para ti también: tú eres el hijo de Dios, creciendo y fortaleciéndote en espíritu. Has experimentado el desierto de las dificultades y del entrenamiento, todo lo que te ha sucedido puede llegar a ser valioso y útil cuando dejes que Dios te envíe al servicio para su Reino.
© 2024 por Terry A. Modica
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