El Camino Dorado
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“El momento correcto es muy importante y sólo Dios sabe cuándo es el momento perfecto.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Martes de la 12da. Semana del Tiempo Ordinario
Junio 25, 2024
Oración para hoy:
Amado Jesús, hoy quiero pedirte que tu Santo Espíritu me enseñe a amar de verdad. Que su poder toque mi corazón y me capacite para amar, a los demás y a mí mismo, como Jesús nos enseñó. Te lo pido por intercesión de tu Madre la Bienaventurada Virgen María. Amén.
¡ÚNETE A LA ORACIÓN COMUNITARIA!
Lecturas de hoy:
2 Reyes 19, 9b-11.14-21.31-36
Salmo 47, 2-4.10-11
Mateo 7, 6.12-14
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/062524.cfm
El Camino Dorado
¿Qué haces cuando intentas humilde y amorosamente ayudar a alguien a entender una verdad espiritual o moral, pero tus palabras son rechazadas? En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús nos dice que debemos dejar de intentarlo.
Cuando ofrecemos perlas a los “cerdos”, ellos no las reconocen como un tesoro, y ya que parece inadecuado para sus chiqueros, responden de la única manera que tiene sentido para ellos: las pisotean. O, si quieren complacernos, tratan de comer las perlas, pero se ahogan. En estas circunstancias es más amoroso mantener las perlas lejos de ellos.
Vamos a analizar un incidente cuando intentabas ayudar a alguien y esa persona rechazó tu consejo. ¿Qué momento hubiera sido el adecuado para dejar de tratar porque estabas echando perlas a los cerdos? Tenemos que ser buenos en discernir cuándo tratar y cuándo detenerse, y sólo lo podremos hacer bien a través de la ayuda del Espíritu Santo. Detectar el momento lo es todo, y sólo Dios sabe cuándo es el momento perfecto.
¿No es así como nos gustaría ser tratados? ¿No preferimos que otros mantengan la boca cerrada cuando no estamos listos para sus consejos? En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús nos da la “Regla de Oro” como una señal que nos mantiene en el camino angosto (en la “puerta estrecha”) del amor incondicional. El precursor de esto fue la “Regla de Plata”, la antigua máxima judía que decía: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti.” ¡Pero esto no es amor! Los enemigos pueden seguir la Regla de plata; se necesita amor para seguir la Regla de Oro: “Trata a los demás como te gustaría ser tratado.”
A veces pensamos que la Regla de Oro es la siguiente: “Trata a los demás como quieres que te traten, con el fin de conseguir que te traten de la misma manera.” Pero esto no es amor. Esto es soborno.
Amor es: “Voy a hacer una buena acción a este tonto que me está irritando, independientemente de la forma en que me lo devuelva, porque me preocupo por él más de lo que merece.”
Amor es: “¿Por qué estoy discutiendo con esta persona? La manera que me gustaría ser tratado es que deje de luchar conmigo, entonces, así es como lo voy a tratar. Me mantendré callado porque no está aceptando mis perlas de sabiduría”
Amor es: “No estoy recibiendo mucho amor, ni atención, ni interés por parte de mi cónyuge (o de un hijo adulto o amigo o—) como debería, pero Dios me da todo lo que necesito, así que voy a dar el amor que me gustaría estar recibiendo y quedaré satisfecho sólo con Dios”.
Si vivimos según la Regla de Oro, seguimos los pasos de Cristo que nos llevan hacia la Puerta de Oro de los cielos.
© 2024 por Terry A. Modica
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