El milagro de la humildad
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“Cualquier respuesta de Jesús es buena.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Viernes de la 12da. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Ireneo, Obispo y Mártir
Junio 27, 2024
Oración para hoy:
Amado Señor: quiero descubrir detrás de cada bendición, tu amor que me envuelve y me sostiene en sus manos cada día. Quiero darte gracias toda mi vida. Amén.
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Lecturas de hoy:
2 Reyes 25, 1-12
Salmo 136, 1-5
Mateo 8, 1-4
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/062824.cfm
El milagro de la humildad
¿Qué te gustaría que hiciera el Señor por ti? Todos tenemos una lista de deseos. La incorporamos a nuestros momentos de oración, la publicamos en los sitios de oración, la detallamos a los amigos para que nos apoyen con sus oraciones. Esto es bueno, pero fíjate lo que el leproso dice en la lectura del Evangelio de hoy: “Señor, si tú lo deseas … “
El leproso le “hizo un homenaje.” Su respeto por Jesús era más fuerte que su deseo de ser sanado, aunque tenía un fuerte deseo y una necesidad importante de ser sanado. Los leprosos eran físicamente miserables ya que su carne putrefacta destruía sus cuerpos. Emocionalmente también eran miserables, porque tenían que estar apartados de sus amigos y familiares.
Por supuesto que Jesús quería sanar a este hombre.
No obstante, el leproso no pensaba que Jesús, en su asombrosa bondad, le concedería el deseo de su corazón. Si el Señor deseaba que él recibiera una respuesta diferente a su oración, estaba bien. ¿Por qué? Porque él reconocía que Jesús era un hombre santo que se ocupaba. Cualquier respuesta de Jesús sería buena.
¿Estamos dispuestos a ser tan humildes y confiar tanto en la compasión de Dios?
En nuestra arrogancia (o estupidez), creemos que nosotros sabemos cómo respondería Dios nuestras oraciones. Creemos que somos lo suficientemente inteligentes como para saber que ahora es el momento en que Dios debería darnos exactamente lo que deseamos. Pero, ¿realmente queremos que él sea tan ciego y estúpido como nosotros? ¿Realmente queremos que esté tan limitado por nuestros pedidos?
¿O preferimos que se haga cargo de toda la situación, libre de ser el soberano sobre todos los elementos y todas las ramificaciones de nuestras oraciones?
Dios nos da milagros. Dios puede hacer que sucedan rápidamente. ¡Pero qué magnífico es saber que él no obra según nuestras demandas! Deberíamos estar felices de que él no es un genio mágico que podemos controlar, engatusar y obligar.
Cuando nos acercamos al Señor en oración, cuando nos acercamos a él en la Eucaristía, cuando nos acercamos a él en las personas que nos encontramos cada día, si nuestra actitud es de respeto, siempre habrá un milagro teniendo lugar. Primero, el milagro de la intimidad sobrenatural con el Dios de la vida, el Dios del universo, el Dios de la eternidad, el Dios de todo poder, conocimiento, sabiduría y amor.
¡Eso sería suficiente para mantener una gloriosa actitud de confianza! Así comienza cualquier otro milagro.
© 2024 por Terry A. Modica
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