La verdad sobre el milagro de la multiplicación

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

En la Eucaristía, Jesús satisface


Recibir todo lo que Jesús quiere darnos milagrosamente, requiere que confiemos en que él lo proveerá.


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

17mo. Domingo del Tiempo Ordinario
Julio 28, 2024

Oración para hoy:

Señor, haz que sirva con humildad y con valor, confiando siempre en tu providencia divina. Amén.

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Lecturas de hoy:

2 Reyes 4, 42-44
Salmo 144, 10-11.15-18
Efesios 4, 1-6
Juan 6, 1-15
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/072824.cfm

La verdad sobre el milagro de la multiplicación

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He escuchado la lectura del Evangelio de este domingo des–sobrenaturalizada con explicaciones como: “El verdadero milagro es que Jesús hizo que las personas compartieran la comida que habían traído con ellos”, e incluso esto: “No había suficiente comida para todos, pero lo que tenían les fue ofrecido a todos, y las personas eran tan agradecidas y deseosas de hacer sacrificios que comieron muy poco y así hubo comida sobrante.”

Sí, correeecto. Como si Dios no pudiera multiplicar la comida milagrosamente.

La multiplicación de los panes y pescados en comida, que no sólo satisficiera a todos sino que fuera más de lo que necesitaban, es un preanuncio del banquete de la Eucaristía que celebramos hoy. Si prestamos atención a lo que sucede en Misa, y si lo llevamos al corazón, Jesús satisface nuestra hambre y nos da más de lo que necesitamos ¿Qué necesitabas de Él antes de llegar a la iglesia? Él está tratando de dártelo o de guiarte hacia eso — ¡en abundancia!

Recibir todo lo que Él desea darnos milagrosamente requiere que confiemos en que Él nos lo dará. Debemos esperar lo inesperable. Debemos esperar en sus tiempos perfectos. Pero ten seguridad en que Él desea darnos más de lo que necesitamos.

Tal vez algunas de las personas en esa antigua montaña deseaban un bistec en lugar de pescado, pero lo que recibieron fue un Mesías que llenó sus corazones con fe más que suficiente para crecer espiritualmente, más esperanza de la necesaria para fortalecerlos en sus pruebas y más que suficiente amor para compartir, ya que se fueron a mostrar a Cristo a los demás.

En nuestras Liturgias de la Eucaristía, hay mucha más abundancia para recibir de Jesús que tan sólo una oblea de su Cuerpo y un sorbo de su Sangre. ¿Qué necesitas realmente de Jesús? ¿Más fe? ¿Más esperanza? ¿Más amor? Es una buena idea pensar en esto de camino a Misa para que puedas participar en la Misa con más expectativa.

Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Por qué vas a Misa? ¿Hubo una época en que no fuiste y, si es así, por qué no? ¿Qué te motivó a comenzar a asistir a Misa otra vez? ¿Qué tan satisfecho estás? ¿Qué falta? ¿Cómo podría Dios satisfacer esas necesidades?

Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
¿Qué hay disponible de parte de Jesús durante la Misa, aparte de su presencia real en la Hostia y en la Preciosa Sangre de la Eucaristía? ¿Cómo pueden satisfacer nuestras necesidades espirituales, emocionales y aún físicas, los variados regalos de la Misa?

© 2024 por Terry A. Modica

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