¿Eres arcilla blanda en las manos de Dios?
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Fracasar no significa que no hay esperanzas para el éxito.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Jueves de la 17ma. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Alfonso María de Ligorio, Obispo y Doctor de la Iglesia
Agosto 1, 2024
Oración para hoy:
Señor, dame la gracia de llevar el tesoro de tu mensaje de amor a los demás y rescatar almas para ti a lo largo de mi vida. Amén.
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Lecturas de hoy:
Jeremías 18, 1-6
Salmo 145, 1b-6ab
Mateo 13, 47-53
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/080124.cfm
¿Eres arcilla blanda en las manos de Dios?
¿Qué ha salido mal en tu vida? Piensa en algo que comenzó bien, parecía muy prometedor por un tiempo, pero terminó en fracaso. Dios dice, en la primera lectura de hoy, que esto es sólo arcilla. Él puede transformarlo en algo útil y hermoso, no es desastroso.
El fracaso no significa que no hay esperanza de éxito. Fracasar en ser santo no significa que seremos pecadores sin esperanzas. El final de una relación, trabajo, proyecto o plan, no indica que Dios ha terminado con él.
Nuestros pecados, faltas y finales negativos son arrojados como la basura que se recopiló en la redada de la lectura del Evangelio de hoy. Las impurezas de nuestra arcilla contribuyeron a la deformación de nuestros espíritus y a las distorsiones de nuestras percepciones pero, si le pedimos a Dios que nos purifique, las impurezas son quitadas y arrojadas fuera, lentamente, por sus dedos cuidadosos.
Y, si tu nueva vasija aún sale mal, Dios nos pule aún más. Si te has sentido como si estuvieras bajo fuego, probablemente sea el fuego de la purificación. Créelo o no, te estás santificando. Si realmente quieres ser un hermoso recipiente del amor de Dios, el calor de tus pruebas no está destruyéndote, está purificándote.
Podemos ayudar a Dios a hacer una vasija nueva y maravillosa no resistiéndonos. Nuestra forma se perfecciona más fácilmente si le dejamos que nos haga girar en su rueda de alfarero, en lugar de endurecernos y mantenernos firmes, queriendo decidir cómo y cuándo deberían cambiar nuestras vidas.
Más aún, si aplicamos esto a lo que dijo Jesús sobre el escriba de Dios, descubrimos que la mejor vasija se hace cuando le dejamos combinar nuestros materiales viejos con la nueva arcilla, el agua fresca, sus propias pinturas coloridas y cualquier otra cosa que él desee añadir.
Dios nunca permite que las cosas se desperdicien. Muchos años atrás, pensé que había estropeado los planes de Dios para mi vida al tomar un trabajo que no cumplía plenamente con sus valores. Renuncié luego que mi conciencia me molestó durante meses y me arrepentí de haber perdido tanto tiempo. No obstante, Dios, más tarde, me dio la oportunidad de usar los talentos que había adquirido en ese empleo para usarlos en el trabajo para su Reino. En realidad, al dejarle modelar el uso de mis habilidades, su utilidad para su plan ha continuado incrementándose durante años.
Cuando le permitimos a Dios que nos haga de nuevo según sus deseos, confiando en sus habilidades para modelarnos, le estamos entregando todo lo que hemos hecho en el pasado, lo bueno y lo malo y, cuando lo invitamos a que incorpore a nuestras vidas todo lo que él elija, todo lo que anteriormente había sido un fracaso, se convertirá en un hermoso recipiente de barro que contiene muchos tesoros.
Sabrás que así sucedió cuando la vasija dentro de ti bendiga a otros. Dios no nos modela nuevamente sólo para nuestro propio bien, a medida que trabaja con nuestra arcilla, él está pensando cómo construir una vasija que beneficie a toda la Iglesia, así como a todo el mundo en el que vivimos. ¡Así de valioso es ser arcilla maleable en las manos de Dios!
© 2024 por Terry A. Modica
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