Cómo ser el profeta de Dios
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Jeremías respondió al príncipe y a toda la gente: «Fue el SEÑOR que me envió a profetizar contra ustedes. ¡Por eso cambien sus caminos y sus actos! Escuchen la voz del SEÑOR su Dios.» (Jeremías 26, 12-13)
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Sábado de la 17ta. Semana del Tiempo Ordinario
Agosto 3, 2024
Lecturas de hoy:
Jeremías 26, 11-16.24
Salmo 68, 15-16.30-31.33-34
Mateo 14, 1-12
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/080324.cfm
Cómo ser el profeta de Dios
Estoy constantemente pensando cómo podemos (yo, tú y otros amigos de Good News Ministries) hacer una diferencia mejor para el Reino de Dios en el mundo oscuro de hoy, que parece estar oscureciéndose más cada día.
Últimamente, he visto signos definitivos de que la luz de Cristo ha comenzado a revertir el mal. ¡Alabado sea el Señor! Muchos profetas cristianos, llenos del Espíritu Santo, han estado profetizando esto durante el último par de años y queremos que suceda rápido. No obstante, Dios no está accionando un interruptor de luz. Él está encendiendo un fuego que comienza como chispas aquí y allá y luego se esparce y crece.
¡Está creciendo! Esa es la palabra profética que siento en mi corazón y que quiero compartir contigo hoy.
Al igual que Jeremías y Juan el Bautista en las lecturas de la Misa Católica de este sábado, todos estamos llamados as ser profetas. Es un rasgo de carácter en todos los hijos de Dios. Durante nuestro Bautismo fuimos marcados con óleo como signo de ser consagrados a Dios Padre, ungidos por el Espíritu Santo para unirnos a Jesús en su triple misión como profeta, sacerdote y rey.
Como profeta, eres un mensajero enviado por Dios. Como profeta, hablas de parte de Dios, animando a otros en sus caminos de fe. A veces el mensaje es sobre el futuro.
Piensa en esto. ¿Qué tan bien muestras tu rasgo de profeta? ¿Qué te retiene?
Dios no limita las experiencias místicas, nosotros las limitamos y la formación en la fe insuficiente que hemos tenido. La vocación a profeta no está limitada a unos pocos súper santos y místicos, tú y yo tenemos el mismo llamado que ellos tuvieron.
Estos son los 7 pasos para convertirte en el profeta que estás llamado a ser:
1. Di «sí» a este llamado.
2. Reconoce las razones que te retienen y entrégaselas al Señor, incluyendo ir al Sacramento de la Confesión.
3. Pídele diariamente al Espíritu Santo que te renueve y te llene hasta rebalsar. Una relación personal con el Espíritu Santo es una obligación.
4. Llénate con buena formación de la fe. Aprende algo cada día. Pasa menos tiempo en entretenimientos seculares. Saca ventaja de los muchos recursos que encuentras en los sitios web de Good News Ministries y en otros sitios católicos.
5. Presta atención al Espíritu Santo mostrándote un mensaje. ¿Cuándo te sientes perturbado por algo que está sucediendo en el mundo o en la Iglesia? Esa perturbación es el Espíritu Santo dándote un mensaje para proclamar.
6. Encuentra lugares donde proclamar este mensaje. Jesús te los mostrará. No lo fuerces. Sólo mira la puerta abierta que Dios te está dando. Si aún no puedes verla, escribe el mensaje en un cuaderno para preservarlo. (Mi método personal es ponerlo en un correo que me envío a mí misma y lo guardo en una carpeta especial.)
7. Pasa tiempo alabando y adorando a Dios con palabras de gozo, agradeciéndole por fertilizar y hacer crecer las semillas que tú plantaste para él.
Y si no lo has leído aún, mira: «‘No temas’ hablar de la verdad» en https://buenasnuevascatolicas.org/espiritusanto/no-temas-decir-la-verdad/
A menudo, antes de hablar como profeta de Dios, primero necesitamos orar por la victoria. Dale una mirada a las opciones de oración que tenemos en https://buenasnuevascatolicas.org/oraciones
© 2024 por Terry A. Modica
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