Qué hacer cuando los demás se rehúsan a arrepentirse

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

Estamos llamados a detener el mal


Hay una gran fuerza sobrenatural en las oraciones de los fieles que se unen para enfrentar al mal.


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Miércoles de la 19na. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Maximiliano M. Kolbe, Presbítero y Mártir
Agosto 14, 2024

Oración para hoy:

Ilumina, Señor, mi mente con la luz de tu Espíritu Santo, para obrar con sabiduría, firmeza y generosidad. Amén.

ORACIÓN¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.

Lecturas de hoy:

Ezequiel 9, 1-7–10, 18-22
Salmo 112, 1-6
Mateo 18, 15-20
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081424.cfm

Qué hacer cuando otros se rehúsan a arrepentirse

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Ezequiel vivió durante la captura de Israel por parte de los babilonios. Ya que el pueblo se había apartado de su fe, Dios le dio visiones al profeta y lo inspiró a llamar al pueblo al arrepentimiento para que pudieran regresar a casa.

En la visión de la matanza en nuestra primera lectura de hoy, los únicos que se salvaron de la muerte fueron los que odiaron las abominaciones del mal. La destrucción de los impíos comenzó en el santuario, donde la gloria de Dios había morado antes de que el pueblo lo expulsara.

Es igual de cierto que hoy, cuando nuestros santuarios son arrebatados por los clérigos que abusan de su autoridad o cuando los ministros de la parroquia son expulsados por los laicos que causan división y conflictos. Y es igualmente cierto cuando expulsamos a Dios del santuario de nuestro corazón pecando y rebelándonos.

Cuando Dios es expulsado, un pecado venial se convierte en mortal, pero, cuando buscamos sanación a través del Sacramento de la Reconciliación, Dios nos trae de regreso a casa desde el lugar de nuestra esclavitud.

¿Hay personas que están causándote problemas por sus impiedades? ¿Tienes un cónyuge que ha roto el pacto de tus votos matrimoniales? ¿Hay un amigo cuya adicción está destruyendo tu relación? ¿Conoces a un sacerdote que está haciendo que su rebaño sufra?

Jesús nos dice qué hacer con todo esto en la lectura del Evangelio de hoy. Debemos darles a los pecadores la oportunidad de ver la verdad hablándoles en privado, compasivamente por supuesto, mientras nos mantenemos firmes en la verdad.

Si eso no funciona, debemos tratar otra vez con un intermediario que comprenda la situación. Debería ser alguien que ame a Dios y a ti y que, también, se interese por el ofensor. Si eso también falla, debemos buscar más ayuda. Dios obra a través de toda la Iglesia y, cuando es necesario, mediante la ayuda de la sociedad civil.

Si el acercamiento personal fracasa, debemos reportar al ofensor a quien pueda detener el abuso, sin importar las consecuencias, porque de lo contrario estamos contribuyendo al pecado. Debemos tratar a estas personas como miembros de la familia de Dios que han dejado el hogar. Esto es lo que significa ser “ex-comulgado”. Y si es una situación en la que no podemos hacer que se vayan, nosotros tenemos que irnos. Debemos irnos donde estemos seguros.

Pero recuerda cómo trató Jesús a los gentiles y recaudadores de impuestos: nunca dejó de ocuparse por ellos y, cuando estuvieron listos para escucharlo, cenó con ellos.

Esta escalada de intervención funciona porque no estamos solos en nuestros esfuerzos para detener el pecado. Por esto es que Jesús agrega que debemos orar juntos. Hay un gran poder sobrenatural en las oraciones de los fieles que se unen para detener al mal. Nunca debemos dejar de esperar y orar, nunca dejar de intervenir cuando podemos y nunca debemos tratar de manejarlo nosotros solos.

© 2024 por Terry A. Modica

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