Cómo entrar al Reino de Dios
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Debemos abandonar nuestro apego al mundo para entrar de lleno al Reino de Dios.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Martes de la 20ma. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Bernardo, Abad y Doctor de la Iglesia
Agosto 20, 2024
Oración para hoy:
Te alabo Señor, porque tu inmenso amor me lleva hacia tu Casa. Te doy gracias porque me guardas un lugar maravilloso, para estar toda la eternidad contigo y con quienes amo. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Ezequiel 28, 1-10
Deuteronomio 32, 26-28.30.35-36
Mateo 19, 23-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/082024.cfm
Cómo entrar al Reino de Dios
En la lectura del Evangelio de hoy dice Jesús: “Sólo con dificultad puede un rico entrar en el Reino de los Cielos.” Para que no nos creamos exentos de esta advertencia si no somos ricos o porque, si somos ricos, utilizamos el hecho de que ayudamos a la iglesia como una garantía para entrar a vivir en el Reino de Dios, Dios nos da la primera lectura de hoy para usar como examen de conciencia.
En estos versículos él nos dice: “Por tu sabiduría e inteligencia has hecho riquezas para ti mismo”. Tu sabiduría, tu inteligencia. Podemos preguntarnos: “¿En qué me hice rico (y riqueza no necesariamente material) por mi propio esfuerzo? ¿Qué he conseguido en abundancia sin buscar la aprobación de Dios y confiando en su orientación y ayuda en la oración?
Jesús nos dice que debemos soltar nuestros apegos del mundo para que podamos entrar de lleno en el Reino de Dios, no sólo cuando morimos, sino ahora para que podamos experimentar su amor incondicional cada momento de cada día terrenal.
¡Apilamos tantos apegos mundanos (impíos) sobre nuestras espaldas que somos como camellos cargados con equipaje! Ninguno de estos equipajes puede pasar a través de la puerta del Reino de Dios. Si tratamos de aferrarnos a ellos nosotros no pasaremos por la puerta.
Somos ricos “haciendo las cosas a mi manera”. En el Reino de Dios, todo se hace a su manera, que, por supuesto, es la mejor. Ningún amor “condicional” puede pasar, porque no es realmente amor. La actitud de: “si me haces feliz, te aprobaré, te aceptaré y seré amable contigo “, es un enorme montón de basura. No es amor en absoluto. Y también es basura: “Si los amantes del mismo sexo se aman, entonces debemos creer que Dios aprueba matrimonios de personas del mismo sexo”.
La basura que otros nos han ido tirando sobre nosotros tampoco pasará. Ni los vendajes emocionales que utilizamos para cubrir las heridas que nos han infligido. Jesús ya ha tomado todos nuestros golpes sobre sí mismo. Si todavía estamos vendados, es sólo porque no nos hemos entregado a cada método de sanación que él sabe que nos sana.
No podemos incluir el equipaje de la autosuficiencia u orgullo. No lo necesitamos de todos modos, porque Jesús está lo suficientemente orgulloso de nosotros. Tenemos que soltar el equipaje de la baja autoestima porque Jesús nos muestra nuestro verdadero valor y es mucho mayor de lo que pensamos.
Parece imposible identificar todos nuestros bolsos mundanos para librarnos de su peso. Los discípulos le preguntaron: “Entonces ¿quién podrá salvarse?” Respondió Jesús: “para ti esto es imposible, pero si buscas ayuda de Dios, será muy posible”.
Se inicia con esta actitud diaria: “Perdóname, Señor y ayúdame a identificar todos mis malos hábitos, adicciones, formas de obrar sin amor y la sabiduría mundana. Con tu ayuda suave, pero persistente, soltaré mi equipaje y viviré más plenamente en tu Reino ahora y estaré más listo para el cielo cuando muera. Aumenta mi deseo de deshacerme de todo lo que no pertenece a ti. ¡Amén!”
© por Terry A. Modica
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