Viviendo en la tierra de la santidad
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Dios puede ayudarte a vencer los pecados que están controlándote hoy.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Jueves de la 20ma. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de Nuestra Señora María Reina
Agosto 22, 2024
Oración para hoy:
Padre bueno, dame la gracia de ser obediente a tus llamados y de tomar cada misión con toda dedicación y valor. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Ezequiel 36, 23-28
Salmo 51, 12-15.18-19
Mateo 22, 1-14
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/082224.cfm
Viviendo en la tierra de la santidad
Lo que este mundo necesita hoy, para liberarlo de tanto mal obrando de tantas formas, es un cuerpo de creyentes cristianos más fuerte y más santo. En la primera lectura de hoy, Dios nos asegura que, gracias a nuestro deseo de amarlo y seguirlo, creceremos en santidad. ¡Sin dudas!
¿Eres santo ahora? ¡Sí! Cuando fuiste bautizado, tu naturaleza pecadora murió y recibió la vida en el Espíritu SANTO. El problema es que no siempre actuamos según nuestra verdadera naturaleza, rechazamos nuestra propia bondad y así pecamos — o dicho más exactamente, rechazamos al Espíritu Santo dentro de nosotros.
Si aceptamos la invitación de Jesús para unirnos al banquete de la gran boda, como lo explica la lectura del Evangelio de hoy, nuestro Rey celestial nos regala una fiesta de su bondad. Y nuestra Reina Madre, la Santísima Virgen María, que vivió toda su vida en la plenitud de la gracia, une sus oraciones a las nuestras y comparte con nosotros su don de la gracia.
Así es cómo Dios prueba su santidad al mundo, Él la demuestra, como Ezequiel profetizó, a través de nosotros y de nuestra santidad en constante crecimiento. ¿Qué pecados te están controlando actualmente? ¡Dios puede ayudarte a superarlos! Lee las palabras de Ezequiel como una promesa de Dios para ti personalmente:
“Te llevaré lejos de este mundo de pecado, porque es ajeno a tu verdadera naturaleza y te traeré nuevamente a mi reino, tu verdadero hogar.”
“Derramaré pureza (agua limpia) sobre ti para limpiarte de todas tus impurezas. Te limpiaré de la suciedad de tus ídolos, de todo lo que quieres más que a tu verdadero Dios.”
“Cambiaré tu corazón de piedra y te daré un nuevo corazón — el Sagrado Corazón de mi Hijo — pondré un nuevo espíritu en tu interior — mi Espíritu Santo. Este espíritu te capacitará para vivir según mis estatutos y decretos.”
“Vivirás en la tierra de la santidad — mi reino — que di a tus antepasados, los santos que te precedieron.”
“Tú serás mi hijo y yo seré tu Dios. ¡De hecho, esto ya es así, porque tú lo deseas! Todo lo que necesitaba de ti era tu permiso para guiarte, cambiarte y abrazarte. Gracias por darme esto en el Sacramento de la Reconciliación, en los ritos penitenciales de la Misa y en tu amor de todos los días para mí.”
© 2024 por Terry A. Modica
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