La Santa Cruz se eleva sobre la destrucción
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
El amor nunca falla en continuar amando.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Sábado de la 23ra. Semana del Tiempo Ordinario
Septiembre 14, 2024
Lecturas de hoy:
Números 21, 4-9
Salmo 77, 1-4-38
Filipenses 2, 6-11
Juan 3, 13-17
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/091424.cfm
La Santa Cruz se eleva sobre la destrucción
La fe se prueba y fortalece en las crisis. El crecimiento espiritual no sucede, generalmente, en tiempos fáciles y confortables. No podemos subir hasta reinos superiores si primero no nos damos cuenta de que hay algo de lo que tenemos que alejarnos.
Conocemos muy bien el sentimiento de la primera línea de la primera lectura de hoy: nuestra paciencia se ha agotado en el trayecto. Nos quejamos a Dios. Mientras soportamos las pruebas, nos quejamos porque debería contestar nuestras oraciones más rápidamente o de manera diferente, porque no nos gusta esperar y no nos gusta el esfuerzo extra que se necesita para que nuestros sufrimientos finalicen.
Las quejas están basadas en la falta de esperanza y confianza en Dios. Las quejas están basadas en lo que vemos con nuestros ojos — como si pudiéramos confiar en que nuestros ojos ven el panorama completo. La fe nos dice que hay un cuadro mucho mayor que el que podemos conocer o comprender. La fe nos dice que Dios ha estado trabajando un plan — su propia estrategia — para transformar nuestros sufrimientos en un bien mayor.
Como se nos recuerda en el pasaje del Evangelio de hoy, la cura para el desastre en que cayeron los israelitas es, también, la cura para nosotros hoy. El mismo signo del desastre se transforma en lo que nos salva. ¡Que tengamos ojos para ver la Cruz de Cristo elevada sobre los desastres que han estado acaeciendo en nuestras propias vidas, sobre nuestros temores, dolores y rencores!
En cada crisis, transitamos un proceso de dolor. Descubrir el triunfo de la Cruz sobre el mal requiere tiempo de llanto y trabajo, pasando por 5 etapas:
1) Negación: ¿Puede estar sucediendo esto realmente? ¡No a mí, Señor!
2) Regateo: si rezo más rosarios, tal vez se detengan las cosas malas.
3) Depresión: me siento tan vacío, desesperado, solo, ignorado por Dios.
4) Enojo: aquellos que causaron este sufrimiento deberían ser castigados. ¡Estás equivocado al decir que debo amarlos!
5) Aceptación: sucedió, pero Dios aún es Dios. Él sigue en control. Sigue estando a cargo. Hará que algo bueno salga de esta tragedia y quiero crecer a partir de estas pruebas, tornándome más fuerte en la fe y en el amor.
El Padre le dio a Jesús ángeles que lo sirvieron cuando cargó su Cruz. El Padre te ha dado a ti ángeles y también te ha dado a su Hijo.
© 2024 por Terry A. Modica
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