Encontrar esperanza en medio del desaliento
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Jesús es la razón de tu esperanza, no las circunstancias o las personas de tu vida.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Viernes de la 24ta. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Andrés Kim Taegon, presbítero y San Pablo Chong Hasang y compañeros, mártires
Septiembre 20, 2024
Oración para hoy:
Gracias Señor, porque Tú has realizado cosas maravillosas en mi vida, como adelanto de la Vida en abundancia que nos espera. Dame la gracia de recordarlas siempre y dar testimonio de ellas. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
1 Corintios 15, 12-20
Salmo 16, 1bcd.6-8b.15
Lucas 8, 1-3
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/092024.cfm
Encontrar esperanza en medio del desaliento
¿Te sientes desanimado? ¡Entonces pon tu atención de nuevo en Jesús!
Jesús es la razón de tu esperanza, no las circunstancias o las personas de tu vida. Dios es más grande que tu peor problema y le importas – él realmente, realmente se preocupa por ti. Pero él no tiene una varita mágica para hacer que todo de repente se convierta en fácil, agradable y feliz. ¿Qué santidad aprenderíamos de eso? ¿Y cómo las personas que nos están causando problemas ganarían humildad?
Si pudiéramos visitar el lejano futuro, ver hacia atrás este momento y ver dos rutas opcionales – una en la que Dios nos lleva con un atajo hasta el final de nuestros problemas y, otra, en la que caminamos todo el trayecto a través del valle de sombras con Jesús – sin duda preferiríamos la segunda. ¡Hay tanto que podemos obtener! Más bendiciones, más triunfos, más crecimiento espiritual, más beneficios para los que están en el viaje con nosotros, más ministerio que brota de él para que podamos hacer una diferencia grande ayudando a los demás y, así, sucesivamente, mucho más.
Sin embargo, morir a nuestro deseo de que todo sea fácil, agradable y feliz en este momento es, para nosotros, una muerte difícil. Vamos a llorar, pero el duelo nos va a ayudar a llegar más allá de la alegría de la resurrección que surge de las penurias.
Todas nuestras muertes (nuestros sufrimientos, humillaciones, rechazos, persecuciones, falsas acusaciones contra nosotros, pérdida de las personas que amamos, etc.) siempre resultarán en resurrecciones si seguimos de cerca a Jesús. Pero en medio del desaliento y la depresión parece imposible, ¿verdad? Eso es porque, antes de que ocurra la resurrección, no podemos imaginar cómo Dios va a convertir nuestras muertes diarias en una nueva vida.
Para que Jesús sea nuestra fuente de esperanza tenemos que colocarlo directamente frente a nosotros y debemos mantener nuestros ojos en él. Tenemos que dejar que bloquee nuestra visión de lo que está mal y lo que tememos que podría salir mal. Tenemos que dejar que su crucifixión absorba el dolor que estamos sintiendo. Cuando conectamos nuestros sufrimientos al sacrificio de Cristo, también conectamos nuestras vidas a su resurrección.
Como dice San Pablo en la primera lectura de hoy, ¿cómo puedes decir que no habrá resurrección para ti? Si no hay resurrección, Cristo mismo no ha resucitado y nuestra fe es inútil, sin sentido.
En lugar de ver la evidencia del sufrimiento y la muerte y usarlas como prueba de que nuestras vidas no van a mejorar, tenemos que esperar el tiempo perfecto de Dios para la nueva vida que comienza. Al confiar en Él y seguir su guía en cada paso del camino, podemos cantar con el salmista en nuestro Salmo responsorial de hoy, “¡Señor, cuando tu gloria aparezca, mi gozo será completo!”
© Terry Modica, Good News Ministries