El mensaje de amor vence al mal
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Todo acto de amor frente al mal, derrota al mal.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Fiesta de San Mateo, Apóstol y Evangelista
Septiembre 21, 2024
Lecturas de hoy:
Efesios 4, 1-7.11-13
Salmo 18, 2-5
Mateo 9, 9-13
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/092124.cfm
El mensaje de amor vence al mal
En el Salmo responsorial de hoy proclamamos, “Por toda la Tierra se extiende su mensaje.” El salmista nunca imaginó que la tecnología de hoy haría posible, más que nunca, la evangelización. Pero – ¿Cuál es nuestro mensaje en el mundo de hoy, para las necesidades actuales, para la gente de hoy?
Observa lo que San Pablo nos dice en la primera lectura de hoy; aquí está el centro de nuestro mensaje. ¿Y por qué este mensaje es tan importante para difundirlo por toda la Tierra? ¿En todo el mundo hoy?
Porque le pone un freno a la maldad. Es la salvación del mundo. No estamos llamados a quedarnos sentados y a esperar la Segunda Venida de Cristo, confiados en que un futuro Jesús sacará al mal. Jesús ya está aquí: en nosotros. Somos el cuerpo terrenal de Cristo, y ¡tenemos un mensaje que ya está expulsando al mal! Es un mensaje de amor, que tiene el poder de cambiar al mundo y esto sucede cada vez que Jesús, por medio de nosotros, llega a los demás, les habla a otros a través de nosotros, y nos capacita para ser como él, para que nosotros realmente vivamos el mensaje.
¿Te has preguntado por qué Dios “permite” que continúe el mal? No es su culpa.
Jesús ganó la batalla contra el mal hace más de 2000 años, cuando conquistó el poder del pecado viviendo una vida santa, cargando nuestros pecados hasta la Cruz y superando a la muerte y a la destrucción por medio de su resurrección. Estamos llamados a aprender de su ejemplo y a actuar conforme a él.
Hoy traemos la misma victoria al mundo al “vivir una vida digna de nuestro llamado,” tratando a los demás (a todos los demás) con “humildad, amabilidad y paciencia, aceptándose mutuamente con amor” gracias al poder del Espíritu Santo de Cristo “que es la fuerza vinculante de la paz.” Así es como derrotamos al mal utilizando el poder de Jesús.
Mandar fuerzas militares contra dictadores malignos y grupos terroristas nos puede dar algo de protección y calma internacional, pero de manera temporal, pero, sin embargo, este tipo de victoria no detiene al mal de la violencia, ni a las fuentes demoníacas de la maldad. Tanto nosotros como nuestros enemigos tenemos que desear vivir juntos en paz, y así las calcomanías de los autos con los lemas “dale una oportunidad a la paz” y “hagan el amor no la guerra” tendrán sentido.
De igual modo, poner a los criminales en prisión no detendrá al mal que ellos le hacen a la sociedad, no es suficiente: no los salva a ellos de sus pecados, ni sana el daño que le hicieron a otros. Y la pena de muerte con seguridad no detendrá al mal.
En el pasaje del Evangelio de hoy, vemos a un hombre que merecía ser castigado. Y la gente (y su dinero) tenía que ser protegida de él. Durante la ocupación Romana, los recaudadores de impuestos judíos hicieron un modo de vida de esa actividad, al sobrevaluar los impuestos que le cobraban a su propia gente y quedándose con el vuelto. Siendo un recaudador exitoso, Mateo era tramposo, mentiroso, traidor y ladrón. ¿Conoces a algunos tramposos y mentirosos? ¿Te ha traicionado alguien? ¿Te han robado?
Jesús vio más allá de los pecados de Mateo y encontró un lugar en su corazón, donde todavía había bondad. Si queremos conquistar al mal, es ahí donde nosotros también debemos mirar. Dentro de cada uno — aún los terroristas, asesinos, los que dispararon en la última masacre en su lugar natal — hay una joya preciosa, el tipo de persona que Dios creó, cuando los hizo a su propia imagen, en el momento que fueron concebidos dentro del vientre materno.
Para que el mensaje de amor de Cristo salga a todo el mundo y lo transforme lo suficiente para prevenir que los malhechores se vuelvan en malvados, en primer lugar tenemos que vivirlo a diario en nuestras vidas y difundirlo conscientemente. ¡Todos los días! Tenemos que sobreponernos a nuestros propios comportamientos que están en contra del amor. Tenemos que vivir lo que dice Efesios 4 en todas las situaciones. Tenemos que ser tan buenos en esto que realmente invitemos a los demás a hacer lo mismo. Y tenemos que inspirar a más Cristianos para que hagan lo mismo—a muchos más.
No podemos convertir a los malhechores que no quieren cambiar, pero ciertamente podremos difundir el regalo de paz de manera más amplia de lo que lo hemos estado haciendo. Todo acto de amor frente al mal, derrota al mal. ¿No es el momento que el Cuerpo de Cristo en la Tierra empiece a hacer una diferencia mayor en el mundo? ¿Qué estás haciendo tú para promover su misión?
© 2024 por Terry A. Modica
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