¿Cómo es una fe de todo corazón?

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

La fe de todo corazón


“Enséñanos el número de nuestros días, para que ganemos en sabiduría de corazón. Regresa, ¡OH SEÑOR!” (Salmo 90, 12)


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Sábado de la 25ta. Semana del Tiempo Ordinario
Septiembre 28, 2024

Lecturas de hoy:

Eclesiastés 11, 9-12
Salmo 90, 3-6.12-14.17
Lucas 9, 43-45
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/092824.cfm

¿Cómo es una fe de todo corazón?

Sacred Heart of Jesus

Jesús nos llama a la plenitud de corazón. ¿Cómo se ve eso?

Una entrega total, arrojarnos a nosotros mismos y nuestras vidas a los pies de Cristo para que Él haga lo que quiera con nosotros. Jesús realiza grandes cosas con (en y a través de) aquellos que están completamente disponibles para Él. Dios nos llama a esta vida de entrega y amor pleno, adoración, alabanza y servicio justo donde estamos, en nuestras vidas ordinarias, en nuestras luchas, sufrimientos e imperfecciones.

Cuando Dios nos invita a hacer algo, debemos darle nuestro “sí”, incluso si tenemos duda, si no estaremos pecando. Cualquier “no” que le demos a Dios tiene ramificaciones que no son buenas.

Cuando nos sentimos espiritualmente secos, confundidos o bloqueados, o cuando parece que estamos en batalla con fuerzas demoníacas y nuestra victoria es esquiva o temporal, sucede, a menudo, porque le hemos dicho “no” a Dios en algún lugar, en algún momento, tal vez mucho tiempo atrás.

Cuando te invitan a hacer algo bueno, ¡hazlo! El Señor se encargará de los detalles. Dios nos equipa para el éxito basado en nuestro “sí”, no en nuestro “tal vez, después de que me sienta bien”. ¿No estás seguro de que la invitación sea de Dios? ¡Dí que sí de todas formas! Él te protejerá para que no hagas algo que él no te está pidiendo (si estás escuchando).

¿De qué necesitas arrepentirte para darle a Dios tu 100 por ciento, lo mejor de ti? Ve al Sacramento de la Reconciliación antes de que sea demasiado tarde. Todas las lecturas de este sábado nos recuerdan la realidad de la muerte. El tiempo es breve. ¿Por qué no darle a Dios lo mejor de ti, todo el tiempo, cada día, mientras Él aún te da tiempo en la tierra para hacer la diferencia?

Podríamos morir en cualquier momento. Incluso si vivimos hasta avanzada edad, ¿podremos decir que le dimos a Dios lo mejor de nosotros? El tiempo es precioso, porque el “ahora” ya se ha ido antes de que podamos decir la palabra “ahora”.

Este preciso momento es un regalo de Dios. Y el siguiente y el siguiente, y todos los momentos hasta que alcancemos la eternidad. ¿Por qué no comprometer tu vida de todo corazón a darle a Dios lo mejor de ti hoy? ¡Justo ahora!

Dar lo mejor de nosotros a Dios comienza con una relación personal con Jesús como nuestro Salvador y Redentor. Pero ese es solo el principio. También necesitamos una relación personal con el Espíritu Santo, ya que es la Persona de Dios que Jesús nos dio para capacitarnos en nuestra santidad. El Espíritu Santo nos guía en nuestro llamado a continuar la misión de Cristo. Nos ayuda a sobresalir en el uso de los dones, talentos y recursos que Dios nos ha dado.

¡Ven Espíritu Santo, renuévame!
Ven Espíritu Santo, lléname.
Ven Espíritu Santo, ayúdame a tener una fe de todo corazón.
Ven Espíritu Santo, Tú tienes mi permiso para transformarme.
¡Amén!

© Terry A. Modica, Good News Ministries

Share this page
Por favor, ayuda a los demás compartiendo esta página.

¿En qué más podemos servirte hoy? Visita nuestra página inicial.