Estamos derrotando la fuerza completa del enemigo
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Jesús dijo: “He visto a Satanás caer como un rayo desde el cielo. Miren, les he dado el poder de ‘caminar sobre serpientes’ y escorpiones y sobre todas las fuerzas del enemigo y nada los dañará.” (Lucas 10, 18-19)
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Sábado de la 26ma. Semana del Tiempo Ordinario
Octubre 5, 2024
Lecturas de hoy:
Job 42, 1-3.5-6.12-16
Salmo 118, 66.75-76.91.125.130
Lucas 10, 17-24
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100524.cfm
Estamos derrotando la fuerza completa del enemigo
Aquí estamos en el mes de octubre. El mes del Santo Rosario. También es el mes cuando los verdaderos satanistas y brujos preparan las ceremonias del mal en Halloween.
Octubre siempre ha sido el mes más activo para los ataques demoníacos contra ministerios como el nuestro. Pero no tenemos nada que temer si tenemos una buena vida de oración. ¿Cuánto tiempo pasas a solas con el Señor cada día? ¿Podría mejorar? Para la mayoría de nosotros, la respuesta es un gran sí. Es demasiado fácil distraerse y alejarse del tiempo de oración. ¿Pasas al menos 10 minutos con el Señor, solo ustedes dos?
Todos podríamos mejorar, y absolutamente necesitamos incluir ciertas oraciones que nos ayudarán a ganar nuestras batallas espirituales. Es por eso que incluímos Oraciones Católicas Poderosas, junto con las reflexiones diarias, para que puedas mejorar tu día: https://www.youtube.com/watch?v=dXdIc8xAddc. Úsalo diariamente y ahuyentarás a los demonios.
Jesús dice: “Les he dado poder para luchar contra toda la fuerza del enemigo, y nada les hará daño.” De hecho, no solo podemos hacerlo, ¡sino que estamos llamados a hacerlo! En el mundo de hoy, se nos llama a regresar a la verdadera naturaleza de ser cristianos en la tierra: ¡militantes!
“Militante” no es una palabra frecuente para describirnos. Pero la Iglesia siempre ha enseñado que hay tres estados de la Iglesia: la Iglesia triunfante, que describe la Iglesia en el Cielo; la Iglesia sufriente, que se refiere a la Iglesia en el Purgatorio y la Iglesia Militante, que es la Iglesia en la tierra.
Sabemos que el demonio ha ganado mucho territorio durante el siglo pasado. ¡Pero ahora, los cristianos, están recuperando el terreno! Jesús dijo que las puertas del infierno no prevalecerían contra la Iglesia (cuando le dio a San Pedro la autoridad para liderar la Iglesia — ver Mateo 16, 18).
La Iglesia militante ha sido débil. Hemos dejado que el demonio tomara más y más territorio y hemos disfrutado de algunos de sus cambios. Una de las tácticas del demonio ha sido quitar poder a los cristianos desconectándonos del Espíritu Santo. Deberíamos haber estado organizando Seminarios de Vida en el Espíritu y cursos similares en cada parroquia. Deberíamos haber aprendido a vivir como los primeros cristianos (lee el Libro de los Hechos de los Apóstoles). Pero en su lugar, hemos aceptado y difundido ideas falsas sobre Dios. Hemos relegado lo sobrenatural principalmente a los Santos canonizados, y hemos decidido por nuestra cuenta qué es pecado y qué no lo es.
Una de las principales prioridades en las parroquias debería ser la Formación de la Fe para Adultos sobre la vida en el Espíritu Santo. ¡Es el seguimiento perfecto para quienes han pasado por la Catequesis para Adultos! O también podría ser el tema central de los programas parroquiales. ¿Por qué? Porque es el Espíritu Santo quien enseña la Verdad. Es el Espíritu Santo quien da poder a los seguidores de Cristo para imitarlo en todo. El Catecismo nos dice que “la Iglesia nos invita a invocar al Espíritu Santo cada día, especialmente al comienzo y al final de cada acción importante” (ver párrafo #2670 https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p4s1c2a2_sp.html).
San Juan María Vianney, en el Siglo 19, dijo: “Cuando somos guiados por el Espíritu Santo, no podemos desviarnos. Él es nuestra fuerza y nuestra luz. Él nos enseña a distinguir entre la verdad y la falsedad, entre lo bueno y lo malo.” ¿Ves la conexión entre la inmoralidad desenfrenada de hoy y la insuficiente formación en la fe sobre la vida en el Espíritu Santo y sobre las Enseñanzas de la Iglesia?
Por eso ahora tenemos que enfrentar toda la fuerza del enemigo. Para hacer retroceder al diablo y recuperar el territorio perdido, debemos permanecer completamente del lado de Cristo, y correr al Sacramento de la Confesión cuando no lo hacemos. Pero su ejército de demonios y cooperadores humanos ha crecido tanto que derrotarlos, manteniéndonos a salvo, requiere más que rezar el Rosario y la oración a San Miguel. La Iglesia militante debe volverse plenamente viva en el Espíritu Santo. Plenamente comprometida con la santidad. Totalmente decidida a convertirse en la Iglesia que Jesús creó.
Este es el plan de Dios.
Quieres ser uno de los soldados de Dios, utilizando su poder divino para conquistar el mal, ¿verdad? Hay tres etapas para convertirse en un soldado triunfante. La primera es el “campo de entrenamiento”. Este es el período de formación que fortalece nuestros músculos de fe, ya que estudiamos las verdaderas enseñanzas de la Iglesia y la Biblia. El campo de entrenamiento también transforma grupos de individuos en equipos de combate poderosos. No podemos luchar contra el Enemigo solos. Nos necesitamos unos a otros y necesitamos al Espíritu Santo.
La segunda etapa es la “pre-despliegue”. Este es el paso muy necesario de arrepentirnos de nuestros propios pecados, de nuestras propias contribuciones a cómo el mundo (y nuestras familias y nuestras parroquias) se convirtieron en un desastre tan impío. El Sacramento de la Confesión rompe las ataduras que el diablo ha tenido sobre nosotros. Recuerda, el pecado nos debilita. No podemos mantenernos firmes en el campo de batalla con pecados no arrepentidos. Si estamos encadenados al diablo de alguna manera, incluso si nos convencemos de que no lo estamos, en realidad estamos ayudando al Enemigo. Todos deberíamos ir a la Confesión al menos una vez al mes.
La tercera etapa es el despliegue. Este es el momento en que despojamos de poder a los demonios. El Padre nos llama, Jesús nos guía y el Espíritu Santo nos da poder para romper las puertas del infierno y plantar la bandera cristiana dondequiera que encontremos a las víctimas de las trampas del diablo. Esto es lo que pedimos cada vez que rezamos el Padre Nuestro: ¡Venga tu Reino!
Rechazamos lo que es malo. A partir de este momento, pedimos un nuevo Pentecostés, una nueva efusión del Espíritu Santo, y seguimos pidiéndolo todos los días hasta que suceda. Entonces purgaremos a la Iglesia de las infiltraciones del diablo. Rescatamos a los no creyentes llevándolos a Cristo a través del poder convincente de los milagros realizados por nuestras relaciones personales con el Espíritu Santo.
Octubre de este año podría ser un mes muy malo. Pero no tiene por qué serlo. ¡Es el mes del Santo Rosario! ¿Será también el mes del Espíritu Santo? ¡Luchemos, amigos míos, luchemos contra el mal con la Santa Madre de Dios, María! Los demonios la odian. Los demonios huyen de ella. Prepárense AHORA. Este mes tan importante ha comenzado.
Ven, Espíritu Santo, lléname.
Ven, Espíritu Santo, renuévame.
Ven, Espíritu Santo, tienes mi permiso para transformarme.
Ven, Espíritu Santo y obra en mí y a través de mí para convertir a nuestro mundo a Cristo Jesús.
Amén.
Mira también la Oración de Autoridad para Conquistar Demonios en https://buenasnuevascatolicas.org/oraciones/oracion-de-autoridad/
© Terry A. Modica, Good News Ministries
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