Servicio, no esclavitud
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Debemos atender las necesidades de los demás para el beneficio del Reino de Dios.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
29no. Domingo del Tiempo Ordinario
Octubre 20, 2024
Oración para hoy:
Gracias Señor, porque pensaste tu iglesia como un gran cuerpo donde todos nos necesitamos y donde Tú eres la fuente de esta gracia. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Isaías 53, 10-11
Salmo 32, 4-5.18-20.22
Hebreos 4, 14-16
Marcos 10, 35-45
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102024.cfm
Servicio, no esclavitud
Ser grande en el Reino de Dios implica ser un servidor, dice Jesús en el pasaje del Evangelio de este domingo: debemos atender las necesidades de los demás, en beneficio del Reino.
Esto no significa que nuestras propias necesidades, deseos y sueños no importan. Ser un servidor de Dios no es esclavitud, es un honor y una bendición, porque nos une al servicio salvador de Cristo.
Ser un siervo como Cristo, significa que somos tratados por el Padre, de la misma forma en que Jesús fue tratado. Nuestro Maestro no nos despreciará, no nos desdeñará, ni nos sobrecargará.
La alternativa es ser un esclavo de nuestras pasiones, posesiones y formas de vivir mundanos. La esclavitud mundana nos desprecia. Nos rebaja a algo inferior a lo que Dios nos creó.
La forma de vivir de Cristo, nos capacita para ser como Cristo mismo, libres para disfrutar de todos los beneficios del Reino de Dios, libres para vivir una vida santa y, por lo tanto, libres para ser grandes a los ojos de nuestro Padre.
En esta libertad, hay gran gozo. Aunque la manera de vivir de Cristo no es fácil y, a veces, nos lleva a la Cruz, esta copa de sufrimiento incrementa nuestra santidad y nos hace aún más grandes en el cielo. Cuando hacemos sacrificios por el bien de otros y comprendemos que nuestros sufrimientos son parte de nuestro crecimiento en santidad, son mucho más tolerables porque, lo que antes parecía una maldición, ahora es redimido como una bendición muy significativa.
¿Conoces a alguien cuyas oraciones no han sido contestadas? No es porque a Dios no le interesa, tampoco porque no pueda ayudarles. Él responde a las oraciones de otros, a través de nuestro servicio. Jesús sirve a los demás a través nuestro.
Nuestra máxima prioridad debe ser siempre nuestra relación con Dios, para que recibamos la abundancia de lo que Él quiere que compartamos con otros al servirlos en sus necesidades. No podemos dar lo que no tenemos. No podemos servir bien a otros – no podemos ser la presencia de Cristo para ellos – a menos que nosotros hayamos sido, primero, servidos por Jesús.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Con qué te ha bendecido Dios abundantemente? ¿Qué conocimientos, dones, talentos, sabiduría, etc., tienes? ¿Cómo hace todo esto, para indicarte que Jesús te ha estado sirviendo?
Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad
¿De qué manera Jesús ha sido un siervo para ti? Comparte cómo has transmitido este servicio a alguien más (o te gustaría hacerlo). Por ejemplo, ¿Cómo te ha servido Él con su amor perdonador, incondicional? O ¿cómo te ha servido satisfaciendo una necesidad determinada? A su debido tiempo, ¿cómo te ha servido esto para ser un siervo amoroso para los demás?
© Terry A. Modica, Good News Ministries