El verdadero significado de la sumisión
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Un hombre que ama a su esposa de la forma en que Cristo ama a la Iglesia, es un amante que también es siervo.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Martes de la 30ma. Semana del Tiempo Ordinario
Octubre 29, 2024
Oración para hoy:
Señor: te doy gracias y te alabo, porque llevas mi vida más allá de mis propias limitaciones. Quiero seguir tus caminos de amor hasta el final. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
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Lecturas de hoy:
Efesios 5, 21-33
Salmo 127, 1-5
Lucas 13, 18-21
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102924.cfm
El verdadero significado de la sumisión
Una pizca de bondad puede extenderse un buen trecho. Se disemina como las ondas de agua en una piscina. Mete el dedo de tu pie en el agua y verás que las ondas alcanzan el otro extremo de la piscina, rebotan en la orilla opuesta y regresan hacia ti. Para cuando te alcancen, las pequeñas ondas se ven diferentes a las originales que tú enviaste, pero aun así son ondas.
Bueno, pues es lo mismo con la bondad que difundimos cuando nos sometemos unos a otros. Este es el significado detrás del mensaje de la primera lectura de hoy, que es una de las lecturas de la escritura recomendada para las bodas. Muchas parejas deciden no utilizar esta escritura debido a que la interpretan mal. La leen aparte del Evangelio y asumen que dice que la esposa es inferior al esposo y que las esposas siempre deben de abandonar sus propios deseos y metas cuando los conflictos surgen entre ellos.
Esto está alejado de la verdad, como lo establece claramente San Pablo cuando describe el papel del esposo en el matrimonio. Para un hombre que ame a su esposa como Cristo ama a la Iglesia, tiene que ser un amante que a la vez es un sirviente. Eso es a lo que la esposa se debe someter: ¡A ser servida por su esposo de la misma manera, como Cristo nos sirve!
El esposo, como cabeza de familia, es el sumo sacerdote del hogar y se sacrifica como lo hizo Jesús. Él es llamado a ser el buen pastor, que pastorea a su familia hacia campos exuberantes en alimento espiritual, igual que Jesús el Buen Pastor. Él debe ser un proveedor amoroso que se ocupa de las necesidades de su familia, y debe ser como el santo profeta que les lleva la sabiduría divina – igual que Jesús.
Esto es a lo que se debe someter la esposa, y nada más. Si el esposo trata a su esposa de esta manera, ¡es obvio que ella querrá someterse bajo su cuidado sacerdotal! Yo sé que en mi papel de esposa soy más capaz de alcanzar mi más alto potencial cuando mi querido esposo Ralph está siendo como Cristo para mí. Igual en mi papel como directora ejecutiva de Ministerios Buenas Nuevas: si no es por los sacrificios ofrecidos con amor por Ralph, yo no hubiera tenido la libertad para edificar Ministerios Buenas Nuevas, como lo he hecho.
El matrimonio no es una relación desgarradora de quien es más o es menos; es igualdad plena en el amor verdadero. Somos Cristo el uno para el otro. La sumisión santa significa respeto mutuo y cooperación.
Cuando un esposo no se comporta como Cristo con su esposa, ella no tiene la obligación de someterse a los pecados o mundanidad de él. Ella está llamada aún a amarlo y a hacerle el bien, pero si él es abusivo o infiel, ella lo puede amar a la distancia.
El mismo principio de Efesios 5 se ajusta a otras relaciones que comprenden un mando: parroquianos y sus sacerdotes, empleados y sus jefes, ciudadanos y jefes de gobierno, niños y sus padres. Cada persona con autoridad sobre nosotros está llamada a ser Cristo para nosotros, y nosotros estamos llamados a ser sumisos con cualquiera que sea como Cristo.
© Terry A. Modica, Good News Ministries