Fuerza para llegar a la puerta estrecha

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

Jesús es la puerta angosta

Se requiere esfuerzo — fuerza espiritual — para someterse a la voluntad de Dios, especialmente cuando nuestra voluntad contradice Su voluntad.

Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Miércoles de la 30ma. Semana del Tiempo Ordinario
Octubre 30, 2024

Oración para hoy:

Señor, quiero esforzarme para que con tu gracia, mis actos sean reflejo e instrumentos del gran amor que tienes por todos los hombres. Amén.

¡MEJORA TU DÍA!
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Lecturas de hoy:

Efesios 6, 1-9
Salmo 144, 10-14
Lucas 13, 22-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/103024.cfm

En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús dice que algunos “no serán lo suficientemente fuertes” para entrar al cielo por la puerta estrecha y, por tanto, nuestra preocupación es: ¿se debilitará mi fe entre ahora y el día que muera?

Sí, es probable que así sea. Pero la fe débil no es lo que nos impide entrar al cielo. La fe es un don que recibimos del Espíritu Santo cuando fuimos bautizados. Siempre es lo suficientemente fuerte, porque el Espíritu Santo siempre es lo suficientemente fuerte.

Quienes encuentran la puerta cerrada en la entrada al cielo son débiles — muy débiles — en su deseo de hacer la voluntad de Dios y de amar como él ama. Quieren ser su propio dios. No quieren vivir eternamente bajo la autoridad de Dios, que es totalmente Santo y completamente amoroso.

Requiere esfuerzo — fuerza espiritual — para someterse a la voluntad de Dios, especialmente cuando nuestra voluntad contradice la de él. Los deseos egoístas nos arrastran hacia el pecado y se necesita fuerza espiritual para resistir ese tirón. Mientras el mundo flota perezosamente yendo aguas abajo en las corrientes de los caprichos egoístas y las tendencias inmorales, tenemos que nadar contra la corriente si queremos permanecer con Jesús y seguirlo al cielo.

Sólo aquellos que confían en el Señor para recibir la fuerza necesaria, pueden nadar contra la corriente con éxito. Esto requiere determinación diaria. Si nos detenemos a descansar, si tomamos cualquier tipo de licencia en crecimiento espiritual y el arrepentimiento del pecado, quedamos atrapados en las corrientes descendentes.

Nota que Jesús no dijo que pocos son fuertes y la mayoría son demasiado débiles para entrar por la puerta estrecha. Nunca respondió a la pregunta: “Señor, ¿sólo unas pocas personas se salvarán?” En cambio, enfocó a los oyentes en la puerta estrecha. La razón por la cual la puerta es estrecha no es porque se utiliza solamente en pocas ocasiones. Por el contrario, es estrecha porque hay muchas maneras de llegar al infierno pero un sólo un camino al cielo. Jesús dijo, “Yo soy el camino…”

¿Deseas seguir a Jesús imitando todas sus maneras santas y amorosas, aunque lo hagas imperfectamente? Entonces entrarás al cielo, porque es hacia allí donde te está llevando. Incluso cuando te debilitas, Dios conoce los verdaderos deseos de tu corazón. Si quieres pasar la eternidad con él, lo harás. Si quieres que Jesús te muestre el camino, lo hará.

No necesitamos ser perfectos para entrar al cielo; sólo necesitamos desear el perdón por nuestros pecados y buscar la ayuda de Dios para ser santos.