¿Qué tan entusiasta eres?
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Donde no hay crecimiento, la vida se marchita.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Martes de la 33ra. Semana del Tiempo Ordinario
Noviembre 19, 2024
Oración para hoy:
Señor Jesús: dame una profunda conciencia de mis pecados y que esto me lance a buscar el encuentro salvador contigo. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Apocalipsis 3, 1-6.14-22
Salmo 14, 2-5 (con Ap 3, 21)
Lucas 19, 1-10
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/111924.cfm
¿Qué tan entusiasta eres?
La palabra “entusiasmo” viene del griego y significa “en Dios” (de entheos). ¡Si estamos realmente en el Señor, estamos entusiasmados con él! De hecho, nos convertimos en entusiastas acerca de todo lo que hacemos que es bueno y valioso. No hay ninguna mediocridad en nosotros. Nos convertimos en entusiastas acerca de nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestra participación en la parroquia – cualquier cosa que hagamos con Dios y en Dios y a través de Dios.
Ese es el punto de los mensajes para ambos grupos en la primera lectura. Sin entusiasmo, “tienes la reputación de estar vivo, cuando en realidad estás muerto”. Sin entusiasmo, “tu fe no es fe; una tibia relación con Dios es deslucida, desagradable, repugnante, vomitiva”.
¿Por qué es mejor ser frío hacia Dios que tibio? Porque la gente es fría con algo, cuando ese algo le molesta, y si le molesta es porque le importa. Jesús puede trabajar con gente de corazón frío y volverlos humildes y encenderles fuego por su amor, pero a la gente tibia no le importa. Aquellos que odian a Dios es porque les importa – por eso se enojan- pero no se puede llegar a los que prefieren ser desinteresados. Son los muertos vivientes.
No hay ningún estímulo para el crecimiento espiritual cuando nuestra relación con Dios es tibia. Donde se carece de crecimiento, la vida se marchita. Cuando una persona así llega a la hora de la muerte física, no hay nada en su espíritu que anhele pasar la eternidad en el amor de Dios.
Ponte contento por aquellos que están luchando contra la verdad, que están luchando contra Dios y sus caminos, que están luchando contra ti y tu fe. ¡Al menos todavía tienen la energía para luchar! En cada batalla hay esperanza para una victoria en Cristo. Pero cuando ya no les importa, debemos orar para que una crisis los despierte y agite su necesidad de Dios.
Traigamos esto a casa. ¿Qué hay en nuestras vidas que es tibio? ¿Quiénes han dejado de importarme? ¿Cómo nos hemos vuelto perezosos? ¿Cómo se ha vuelto letárgica nuestra vida espiritual?
La energía espiritual es el sello de un cristiano vivo. A veces, perdemos energía porque estamos cansados, pero en vez de volvernos tibios, necesitamos recuperar nuestro entusiasmo. A veces, la falta de energía significa que hemos estado trabajando más duro de lo que Dios quiere, hasta el punto del agotamiento. A veces significa que ya no estamos haciendo aquello en lo que Dios quiere que pongamos nuestras energías. Necesitamos ser como Zaqueo, que en la lectura del Evangelio de hoy se empeñó tanto en ver a Jesús que encontró una manera por encima de los obstáculos. Necesitamos reorientar nuestra energía hacia obras más fructíferas.
Ten en cuenta que una vez que Zaqueo se subió al árbol, Jesús dio el paso siguiente. Jesús se había concentrado en él y le dio atención personal y confianza. ¿Cómo respondió Zaqueo? Descendió del árbol y rápidamente dio la bienvenida a Jesús con placer. Tenía tanto entusiasmo – tanta presencia de Dios dentro de él – ¡que quiso cuadruplicar la penitencia por sus pecados!
¿Podemos orar más fervientemente? ¿Cantar en Misa más fuerte? ¿Servir más ansiosamente? ¿Sumergirnos en las escrituras con más avidez? ¿Donar nuestros tesoros más generosamente? Cuanto mayor sea nuestro nivel de entusiasmo, más viviremos “en Dios”.
© Terry A. Modica, Good News Ministries