Invertir en el Reino

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

¡Somos príncipes y princesas del reino de Cristo!


Jesús sacará algo bueno de todo, si le permitimos ser nuestro Rey.


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Miércoles de la 33ra. Semana del Tiempo Ordinario
Noviembre 20, 2024

Oración para hoy:

Señor mío: concédeme la gracia de vencer el temor y la comodidad y de lanzarme a la misión que Tú me encomendaste. Amén.

Oración y Reflexión Diaria¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.

Lecturas de hoy:

Apocalipsis 4, 1-11
Salmo 150, 1b-6
Lucas 19, 11-28
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/112024.cfm

Invertir en el Reino

Escucha esta reflexión en audio

A medida que nos acercamos al Tiempo de Adviento, la Iglesia nos centra en el reinado de Cristo, porque Jesús nació entre nosotros para abrirnos el Reino de Dios. La parábola en el pasaje del Evangelio de hoy, acerca de un rey victorioso, nos da una idea de la mente de Jesús.

Mientras se dirigía a Jerusalén, sabía que sufriría. Sabía que enfrentaría una batalla tremendamente horrible  para ganar la victoria sobre los demonios que quieren cerrar la puerta al Reino de Dios y dejarnos afuera: “Ahora bien, en cuanto a esos enemigos míos que no me querían como su rey, tráiganlos aquí y mátenlos delante de mí”.

En nuestras tentaciones diarias, combatimos un enemigo que no quiere que Jesús sea nuestro rey, pero adivina qué, ¡Jesús ya ha sido coronado! La desesperación y la preocupación son simplemente un intento de hacernos olvidar que Cristo es ya el Rey Victorioso. La esperanza y la alegría provienen de recordar que ya somos miembros de su reino, a salvo y seguros en el poder de su presencia.

Somos príncipes y princesas de este reino. Hemos recibido una herencia de muchos regalos – tiempo, talentos y tesoros – que nuestro Rey nos ha pedido que invirtamos en aras de aumentar las ganancias de su reino. ¿Estás invirtiendo tus dones sabiamente? ¿No te guardas nada? ¿Te aferras firmemente a algún tesoro para no perderlo?

Observa que la única persona en esta parábola que perdió lo que le habían dado fue quien trató de guardarlo. Cuando no invertimos nada, cuando hacemos sólo lo mínimo, no crece nada. Somos inútiles. Peor que eso, somos malvados. ¡Es perverso no hacer nada para el Reino cuando hay tanto que hacer! El Mal florece cuando mantenemos ocultos los dones de Dios, usándolos solamente para nosotros mismos.

Bien, pero ¿por qué el rey da más a quien ya tiene mucho? ¿No es la persona que empieza con menos la que tiene mayor necesidad de la generosidad de Dios? Sí, pero no somos los únicos inversionistas aquí. Dios está invirtiendo en ti. ¿Eres una buena inversión? ¿Tienes un buen historial de usar bien lo que él te ha dado? ¿Has demostrado ser digno de recibir más al dar más?

En la economía del Reino de Dios, no existe tal cosa como una inversión fallida. Nada se desperdicia a menos que no se haga nada. Incluso si tomamos malas decisiones, el beneficio es mayor que no hacer nada, porque Jesús hará que salga bien todo si lo dejamos ser nuestro rey.

Cuando hacemos nuestro mejor esfuerzo, aunque no sea grande, nos convertimos en mejores. No nos hacemos grandes inversionistas de la noche a la mañana. Pero si realmente deseamos ser excelentes en el uso de nuestros dones y talentos por el Reino, Dios invierte su tiempo en nuestra “capacidad de invertir”. Pone sus recursos donde pueden aumentar y difundirse.

© Terry A. Modica, Good News Ministries