La verdadera fe
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
La verdadera fe significa que confiamos en que Dios nos está abrazando y sosteniendo con seguridad.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 1ra. Semana de Adviento
Diciembre 2, 2024
Oración para hoy:
¡Señor! ¡Claro que no soy digno de Ti! Pero es tu amor el que me sana, me salva y me justifica. ¡Creo, Señor, pero aumenta mi fe en ti! Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Isaías 2, 1-5
Salmo 121, 1-9
Mateo 8, 5-11
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/120224.cfm
La verdadera fe
¿Cuándo fue la última vez que tuviste una experiencia de fe sublime? La fe en Jesús es lo que te permite escalar la montaña del Señor.
Adviento es un tiempo de alcanzar nuevas cimas en el crecimiento espiritual. Considera la primera lectura de hoy. Para escalar la montaña del Señor y llegar a la cima se requiere buscar activamente la paz más grande y la alegría más plena para nuestras vidas hoy, que sólo Cristo puede proporcionar.
El profeta Isaías vio esta promesa para los “días venideros”. Había crecido rezando el Salmo 122 por la paz de Jerusalén. Israel no había experimentado la paz desde los días del reinado del Rey Salomón — y aún no la experimenta.
¿Significa esto que la profecía de Isaías nunca se ha hecho realidad? ¿La casa del Señor nunca se ha establecido como la montaña más alta?
Efectivamente lo ha hecho: ¡Y está en ti!
Dios, el Hijo Divino se convirtió en el hijo de un ser humano para establecer en la tierra la mayor paz, la alegría plena y la revelación más clara de las instrucciones de Dios. Mediante la fe en Jesús, nos convertimos en la nueva Jerusalén, la Sión que Isaías anticipó. Mediante la fe en Jesús, nos convertimos en la respuesta a la oración del salmista.
Sin fe, vivimos en el valle. Cuando las dificultades de la vida son suficientemente malas, o cuando nos quedamos en el pecado lo suficiente, tocamos fondo. La Fe en Cristo nos eleva hasta nuevas alturas en nuestro crecimiento espiritual.
El centurión de Cafarnaúm en el pasaje del Evangelio de hoy, es el ejemplo de esta clase de fe. Su fe “había asombrado” a Jesús. Este enemigo romano de los judíos había subido la montaña del Señor mientras los judíos estaban discutiendo todavía en el valle. Sorprendente.
¿Alguna vez has sorprendido a Jesús?
La verdadera fe significa que confiamos en que Dios está abrazándonos y nos sostiene firmemente, incluso cuando los conflictos y las pruebas nos sacuden; esta confianza nos da paz.
La verdadera fe significa que creemos que Dios convertirá cada dificultad en un beneficio; esta creencia nos da alegría.
La verdadera fe significa permitir que Jesús sea nuestro Señor, nuestro maestro, nuestro guía; así, a través de su palabra y su Espíritu Santo, recibimos la mejor orientación posible.
Piensa en un conflicto que actualmente estás soportando. ¿Qué espada has estado usando para ganar la batalla en lugar de confiar en Dios, para que él pueda mostrarte una manera mejor para reducir tu estrés? La Fe puede convertir tu espada en un arado, es decir, una herramienta que servirá para arar el suelo de tu vida, para tener más espacio para el nuevo crecimiento y nuevos frutos.
Hacer las paces con tu enemigo (un “enemigo” es cualquiera cuya voluntad se opone a la suya). Incluso si eres una víctima inocente de la batalla, haz una buena obra que haga que se derrita el corazón de tu enemigo.
Esto puede parecer una montaña difícil de escalar, pero es el camino de la fe. Es la ruta que nos lleva lejos de la angustia emocional del conflicto, a la paz interior que sólo Cristo puede proporcionar – la única paz que perdura.
© Terry A. Modica, Good News Ministries