Librándonos de las excusas que nos atrapan

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

La libertad de ser santo


Dios nos capacitará para hacer lo que él nos pide.


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Jueves de la 7ma. Semana del Tiempo Ordinario
Febrero 27, 2025

Oración para hoy:

Señor: bendice a aquellos que me han dado amor de alguna manera. Líbrame de ser motivo de tropiezo para quienes te buscan. Que mi vida sea plena en la práctica de la caridad. Amén.

Oración y Reflexión Diaria¡MEJORA TU DÍA!
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Lecturas de hoy:

Sirácides 5, 1-8
Salmo (40, 5a)1, 1-4.6
Marcos 9, 41-50
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/022725.cfm

Librándonos de las excusas que nos atrapan

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La primera lectura de hoy contiene una lista de las excusas comunes que la gente usa para justificar sus comportamientos pecaminosos o para aplazar el cambio. Para no suponer que, debido a que hemos experimentado la conversión, estamos por encima de todo esto, vamos a reflexionar sobre las formas en que nuestros viejos patrones de pensamiento podrían  todavía atraparnos.

Riqueza y poder, el prestigio y la influencia, y la capacidad de hacer que la vida suceda de la manera que lo deseamos es muy peligroso. El engaño es que no necesitamos a Dios cuando podemos cuidar de todo nosotros mismos. ¿Oras por ayuda sólo cuando las cosas salen mal? Si es así, esta trampa te ha atrapado.

Seguir los deseos de nuestros corazones puede ser muy engañoso. Nuestros sentimientos, motivos, anhelos y deseos no siempre están en línea con los deseos de Dios. ¿Le pides a Dios que purifique tus deseos, desconfiando de ellos hasta después de que hayas hablado con él y se los hayas entregado para que haga lo que él elija? Si no, esta trampa está ganándote.

La idea de que “Cualquier cosa está bien siempre y cuando no le haga daño a alguien”, o que “Está bien pasar por alto una ley o una enseñanza incómoda o desagradable de la Iglesia porque Dios entiende y me perdonará”, lleva consigo la arrogante presunción de que los pecados no siempre son pecaminosos y que no siempre producen malas consecuencias. ¿Racionalizas una enseñanza de la iglesia sobre fe y morales diciendo que no se aplica a ti? Si es así, esta trampa te está aplastando tan lenta y sutilmente que ni siquiera te das cuenta.

Retrasar el arrepentimiento nos retiene del maravilloso crecimiento y la curación espiritual.

¿Lo retrasas porque el cambio es incómodo? ¿Aplazas lo que parece humillante, imposible o menos beneficioso que tus antiguos caminos? Los viejos patrones de conducta se sienten como cobijas acogedoras, irregulares y llenas de agujeros, pero familiares y valiosas. Incluso cuando somos conscientes de ser sofocados por ellas o de lastimar a otros con ellas, no sabemos cómo se sentiría una nueva manta, por lo que nos aferramos a lo viejo, o no sabemos cómo conseguir una nueva manta, así que realmente no lo intentamos. Lo viejo nos ha atrapado; está ahogando nuestras almas y cubriendo nuestros oídos para que no podamos oír la llamada amorosa de Cristo.

El salmo responsorial de hoy nos recuerda los beneficios de escapar de las trampas del pecado: prosperamos haciendo la voluntad del Señor. La lectura del Evangelio nos da la clave que abre cada trampa: Deshazte de todo lo que te hace pecar.

Es una decisión de libre albedrío, primero elegimos hacer las cosas a la manera de Dios, sin importar lo incómodo o imposible o poco beneficioso que parezca. Dios nos capacitará para hacer lo que nos pide. La libertad de ser santos es una asociación con el Todopoderoso.

© Terry A. Modica, Good News Ministries