¿Está el Espíritu Santo vivo y activo en ti?
Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Una relación personal con el Espíritu Santo de Cristo es lo que transforma a una persona pecadora en una persona santa.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Lunes de la 2da. Semana de Pascua
Memorial de San Pedro Chanel, presbítero y mártir
Abril 28, 2025
Oración para hoy:
Gracias, Señor Jesús, porque por tu Santo Espíritu podemos pasar, de nuestra humanidad caída, a una nueva vida colmada de tu gracia, amor y santidad. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
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Lecturas de hoy:
Hechos 4, 23-31
Salmo 2, 1-9 (con 11d)
Juan 3, 1-8
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042825.cfm
¿Está el Espíritu Santo vivo y activo en ti?
Te han preguntado alguna vez, “¿has nacido de nuevo?” ¡Salta esa pregunta! Ve directamente a: “¿Está el Espíritu Santo viviendo dentro de ti, activando tu fe, inspirándote acciones santas?” Convertirse a Jesucristo no es suficiente. Una relación personal con su Espíritu Santo es lo que transforma a una persona pecadora en una persona santa.
Mientras celebramos al Señor resucitado durante todo el tiempo de Pascua, la Iglesia en varias ocasiones nos recuerda que después de Pascua viene Pentecostés. Vemos a los discípulos en nuestra primera lectura de hoy, orando tan plenamente en el Señor que se tornan desbordadamente llenos del Espíritu Santo.
Fue el Espíritu Santo quien les dio la audacia sin límites para proclamar la palabra de Dios; sin esto, estaban asustados e ineficaces. ¿Tu fe en Cristo te libera de lo que parece intimidante o aterrador? ¿Tu fe te da una audacia y fe poderosa, haciendo que actúes para continuar con el Ministerio de Cristo?
Fue el Espíritu Santo el que llenó de alegría a los primeros cristianos cuando se enfrentaron a la persecución. ¿Eres capaz de alegrarte en medio de los problemas? Fue el Espíritu Santo quien les inspiró a orar y luego profundizó su oración. ¿Está necesitando ayuda tu vida de oración? Fue el Espíritu Santo, no un terremoto, el que sacudió la sala en la que los discípulos estaban reunidos. ¿Tu fe sacude tu vida? ¿Percibes la poderosa presencia de Dios cuando te reúnes en comunidad?
En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús pone el bautismo del Espíritu Santo al mismo nivel que el bautismo de agua. Los dos trabajan juntos. El bautismo de agua nos limpia del pecado. El Espíritu Santo nos capacita para ser santos y resistir las nuevas tentaciones de pecar. ¿Tu fe te permite superar las tendencias repetidas de caer en pecado? Por el agua, la santidad de Dios ha reemplazado tu naturaleza caída y pecadora. Por el Espíritu Santo, la santidad de Dios se ha convertido en tu verdadera naturaleza.
El Espíritu Santo es la llave que abre nuestra santidad: “nadie puede entrar en el Reino de Dios sin haber nacido del agua y Espíritu… el Espíritu engendra espíritu.” Sólo podemos ser como Cristo cuando su Espíritu Santo está vivo y activo en nosotros. Sólo podemos mantenernos en el camino al cielo cuando el Espíritu Santo es nuestro guía.
No nos falta nada de lo que se necesita para la salvación y obtener la vida eterna; el Espíritu Santo nos fue dado plenamente durante nuestro Bautismo, y fue confirmado en el Sacramento de la Confirmación. Para tener éxito en el plan de salvación de Dios, debemos unir nuestro espíritu a las actividades del Espíritu de Cristo.
Medita más sobre este tema con nuestro PalabrasVivas: “Epa, orar es un trabajo duro” en https://buenasnuevascatolicas.org/orar-es-trabajo-duro/
© Terry A. Modica, Good News Ministries