No te preocupes, no tengas miedo

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Nada que nos distraiga de Jesús puede ser bueno para nosotros.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
16to. Domingo del Tiempo Ordinario
Julio 20, 2025
Oración para hoy:
Señor mío: te doy gracias, porque Tú te presentas cada día para tener un momento a solas conmigo. Dame un corazón atento y dócil para darte el tiempo y el lugar que Tú y yo necesitamos para encontrarnos en tan bella amistad. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Génesis 18, 1-10a
Salmo 15, 1-5
Colosenses 1, 24-28
Lucas 10:38-42
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/072025.cfm
No te preocupes, no tengas miedo
En la lectura del Evangelio de este domingo, Jesús nos habla cómo nuestras ansiedades y preocupaciones nos distraen y son perjudiciales para nosotros si dejamos que controlen nuestras vidas, porque apartan nuestros ojos de nuestro Señor y nos enfocan en lo que va mal y en cómo podría empeorar.
María escogió la “mejor parte”; ella no deja que nada le distraiga de ser una discípula ávida de aprender de Jesús. Cuando nos hacemos tiempo, dejando a un lado el ajetreo de la vida, para sentarnos tranquilamente y aprender de Jesús, descubrimos razones por las que nuestras preocupaciones no son realmente tan importantes como aparentan serlo.
Sólo cuando nos sentamos en silencio a los pies de Jesús encontramos la esperanza que vence la desesperación, la paz que vence la ansiedad y la sabiduría que nos llega a través de las pruebas. Incluso la más pequeña preocupación, como la preocupación de Marta en sus quehaceres en la cocina, es un pecado cuando apartan nuestros ojos de Jesús. Nada que nos distraiga de Jesús es bueno para nosotros.
No podemos crecer en santidad cuando no estamos mirando a Jesús y aprendiendo de Él a ser santos. No podemos amar como ama ni recibir todo el amor que nos da a menos que tengamos una vida de oración que incluya tiempo a solas con Él, absorbiendo sus lecciones y recibiendo su abrazo amoroso. Las oraciones dichas cuando se va conduciendo y mientras se escuchan las homilías no son suficientes.
Las ansiedades y las preocupaciones son muestras de diversos grados de temor: tenemos miedo a que algo malo vaya a suceder. Incluso cuando hay una razón legítima de preocupación, el miedo bloquea nuestra visión de Jesús, porque nos aleja de Él. Tenemos que reconocer al miedo como una advertencia que nos dice que debemos reducir la velocidad, calmarnos y sentarnos con Jesús para tener una buena charla sobre lo que nos preocupa. Él tiene las respuestas, el estímulo y la afirmación que nos traerá la paz.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Qué ha estado preocupándote últimamente? ¿Por qué estás ansioso? ¿Qué temes que pueda suceder? Escríbelo en una lista y llévalos a Jesús en un momento de oración silenciosa. ¿Qué lecciones está tratando de enseñarte Jesús en esas situaciones? Pide al Espíritu Santo que te ayude a aprender de Jesús. Busca en la Biblia más inspiración adicional.
Preguntas para Compartir la Fe en Familia y en Comunidad:
¿Cuáles son algunas de las formas en que podemos bajar el ritmo de nuestras vidas y mejorar nuestros tiempos de oración? Cuenta una experiencia que hayas tenido cuando la oración tranquila alivió tu ansiedad o te permitió resolver un problema.
Sigue leyendo nuestro PalabrasVivas: “¿Dónde está Dios cuando golpea el desastre?” en https://buenasnuevascatolicas.org/donde-esta-dios/
© Terry A. Modica, Good News Ministries