El verdadero significado de justicia

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
En Cristo, justicia significa protegernos de mayor daño, sin un espíritu de venganza.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Miércoles de la 28va. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de Santa Teresa de Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia
Octubre 15, 2025
Oración para hoy:
Señor, dame la gracia de ser tu instrumento para anunciar las Buenas Nuevas. Líbrame de la omisión y de realizar buenas obras sólo por apariencia. Que todos mis actos tengan su raíz en ti y en el amor hacia mis hermanos. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Romanos 2, 1-11
Salmo 61, 2-3.6-7.9 (con 13b)
Lucas 11, 42-46
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101525.cfm
El verdadero significado de justicia
Justicia y amor. Es lo que pide Jesús en nuestra lectura del Evangelio de hoy. ¡Sin esto, qué angustiados estamos!
Justicia y amor van de la mano. Justicia no quiere decir venganza, tampoco castigo. Es imparcialidad. El amor es el corazón de la vida cristiana; la justicia son sus pies y sus manos.
La justicia no es ser imparcial al estilo: “Todo está bien mientras nadie salga herido”. Aun cuando las cortes y legislaturas declaren una ley como justa e imparcial, si no está en sintonía con la ley de Dios, la gente saldrá lastimada. Ni aun el mínimo pecado puede ser justificado, ni siquiera cuando parezca ser amoroso. Los pecadores se lastiman debido a su separación de Dios, aun si no se dan cuenta de dicha separación. El objetivo del pecado saldrá herido, aun si el daño no es visible, debido a que el efecto de la onda llega más lejos de lo que podemos ver.
A veces creemos que justicia significa represalia. Es “ojo por ojo, diente por diente”, pero esta es una justicia no redimida. Cuando Jesús vino a redimir al mundo, nos dio la Regla de Oro: Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti, aunque no te lo hagan a ti, porque tú amas a tus enemigos y estás dispuesto a hacer un esfuerzo adicional por ellos.
Jesús nos elevó sobre la actitud de antes de la redención: “haz a los demás lo que te hicieron, jaja, y así estaremos a mano.” En Cristo, justicia significa protegernos a nosotros mismos de daños adicionales, sin el espíritu de venganza. Nos preocupamos por nuestros enemigos, mientras tenemos buen cuidado de nosotros mismos.
A veces pensamos que, si ninguno reclama su derecho divino a ser tratado imparcialmente, está bien que pasemos por alto las injusticias, o, si no vemos una manera de resolver la injusticia, está bien que no hagamos nada al respecto. Es por esta razón que a los intimidadores en el trabajo se les permite que continúen haciendo daño, los prejuicios siguen manteniendo hundidos a los oprimidos y los comentarios ofensivos hacia los demás son aceptados como un lapso en las buenas costumbres — ¡incluso en la Iglesia!
¡Pobres de nosotros por las injusticias de la sociedad, si nosotros como Iglesia no enseñamos cómo es la verdadera justicia!
La verdadera justicia se describe en la primera lectura de hoy. “Aflicción y angustia vendrán sobre todos los que hacen el mal.” Este no es el castigo de un Dios vengador. Es una “tribulación para ti porque cosechas lo que siembras.” La ira de Dios está basada en una sincera preocupación por aquellas personas que son atrapadas en las trampas del pecado. Él está molesto por las elecciones que hacemos y que causan nuestra angustia auto infligida.
El desafío ante nosotros es aprender qué es lo que podemos hacer con las injusticias sobre las que Dios atrae nuestra atención, entonces discernir cuándo, dónde y cómo tomaremos acción, preocupándonos por las víctimas y también preocupándonos por los que cometen las injusticias. Si no decimos sí a este desafío, ¡ay de nosotros!
Esto es tan importante, tan pero tan importante, que desearía poner estas palabras en grandes luces de neón en la pared de tu casa, tu oficina y tu iglesia: ¡Ninguna injusticia puede ser justificadamente ignorada, por ninguna razón! Ay de nosotros — y muchos otros más — cuando no hacemos nada por las injusticias de las que somos testigos.
Reza con nuestra “Oración para vestir la armadura de Dios” en https://buenasnuevascatolicas.org/oraciones/oracion-para-vestir-la-armadura-de-dios/
© Terry A. Modica, Good News Ministries