Paz para los corazones atribulados

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

Un corazón roto nunca será completamente sanado


“Un corazón roto nunca será totalmente sanado por aquellos que lo lastimaron; sólo puede ser sanado por Jesús.”


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Martes de la 5ta. Semana de Pascua
Memorial de San Pio V, Papa
Abril 30, 2024

Oración para hoy:

Jesús, solo Tú puedes reconfortar mi corazón. Espíritu Santo ayúdame a comprender que nada ni nadie, excepto Tú, puede darme el amor que necesito para recuperar la paz perdida. Amén.

ORACIÓN¡ÚNETE A LA ORACIÓN COMUNITARIA!

BuenasNuevasCatolicas.org/santos-diarios

Lecturas de hoy:

Hechos 14, 19-28
Salmo 144, 10-13ab.21
Juan 14, 27-31a
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/043024.cfm

Paz para los corazones atribulados

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En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús nos asegura que en él no hay razón para temer ni para que nuestros corazones estén preocupados. Lo opuesto a un corazón atribulado es la paz pero, muy a menudo, buscamos una clase de paz que no es la correcta, dice Jesús.

Cuando un cónyuge o un amigo discute con nosotros, tratamos de recuperar la paz probando que tenemos razón o haciendo que la otra persona esté de acuerdo con nosotros. ¿Y cuando eso no funciona? ¿Cómo podemos encontrar paz? Tal vez castiguemos a la otra persona usando el “tratamiento del silencio” o rechazando el pasar unos buenos momentos juntos hasta que obtengamos una disculpa. Y cuando esto no produce paz ¿qué?

Para cada situación preocupante, tratamos una multitud de formas mundanas de sentirnos nuevamente en paz: nos anestesiamos con alcohol, drogas, adicción a la comida o sumergiéndonos en el trabajo. Insistimos en nuestras ideas, nos retraemos o le tiramos el problema a otro y escapamos. Culpamos a otros para calmar nuestra propia culpa. ¿Y cuando esto no logra calmar nuestros temores o suavizar nuestros corazones atribulados?  ¿Entonces qué?

Incluso, cuando nuestras pruebas finalizan, nuestros corazones atribulados nunca están completamente satisfechos. Cuando nos hemos quemado una vez, nos escapamos de cualquier llama parpadeante, asustados de que cualquier chispa pueda explotar y quemarnos nuevamente. El cinismo y las barreras de protección que nos apartan de los demás son signos claros de que no estamos buscando en Jesús la paz que sólo él puede darnos.

Jesús dice: “Mi paz no es como la que da el mundo.” Su paz es un don que descubrimos sólo cuando nos unimos a su vida y a su Espíritu Santo. Un corazón roto nunca será sanado completamente por aquellos que lo lastimaron, sólo puede ser sanado por Jesús.

Ya que nadie puede vencer al mal completamente, excepto Jesús y, dado que él venció al “príncipe del mundo” con su sacrificio y resurrección, sólo su amor puede satisfacernos completamente. Pero, para recibir plenamente su amor y su paz, tenemos que dejar de insistir en querer recibirlo de parte de aquellos que nos lastiman. Sí, deberían amarnos más; sí, deberían querer reconciliarse con nosotros y reparar algunas cosas, pero, incluso si lo hicieran, nunca podrán darnos la plenitud de amor como el que da Jesús. Entonces, ¿por qué buscar en ellos lo que no nos pueden dar? ¡Debemos mantener nuestros ojos en Jesús todo el tiempo!

Cuando en medio de nuestros problemas y temores Jesús parece distante, recuerda lo que dijo: “Me escucharon decirles ‘me iré pero volveré.'” Cuando parece que se ha ido, no hemos sido abandonados. Nos ha dado su Espíritu Santo para guiarnos y consolarnos. Indudablemente él hará la voluntad del Padre para ustedes, ya que ustedes son hijos amados de Dios.

Puedes meditar una oración llamada “Conténtate Conmigo” (atribuida a San Antonio de Padua) en https://buenasnuevascatolicas.org/oraciones/contentate-conmigo/

© 2024 por Terry A. Modica

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