La bendición sorprendente

Reflexiones Diarias

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.

por Terry Modica

La transformación de nuestras mentes


“Bienaventurados los que escuchan la Palabra de Dios y la practican.” (Lucas 11, 28)


Reflexión de las Buenas Nuevas para:

Sábado de la 27ma. Semana del Tiempo Ordinario
Octubre 12, 2024

Lecturas de hoy:

Gálatas 3, 21-29
Salmo 104, 2-7
Lucas 11, 27-28
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101224.cfm

La Bendición Sorprendente

“Observar” o “practicar” la Palabra de Dios, como lo describe Jesús en el Evangelio de este sábado, generalmente comienza con alguna clase de arrepentimiento. Bíblicamente, el arrepentimiento implica “metanoia”, un sometimiento personal, absoluto e incondicional a Dios como nuestro Señor Soberano. Arrepentirse es cambiar de dirección o cambiar nuestra mente, volviéndonos hacia Dios. Como resultado, somos bendecidos. Pero, ¿cómo es esta bendición?

Antes de arrepentirnos, antes de desear cambiar nuestra mente, los caminos de Dios pueden parecernos desagradables, inútiles, de mal gusto. Definitivamente no una bendición. Piensa en alguien que conoces que es desagradable o inútil. Jesús nos dijo que fuéramos la milla extra por ellos cuando nos piden algo (Mateo 5, 41). Nuestra primera reacción es decir no o, como máximo, hacerlo lo menos posible. Y nos quejamos antes, durante y después. Necesitamos una metanoia, una transformación de nuestro pensamiento. Sólo entonces lo desagradable se convertirá en algo benditamente placentero.

Pero, ¡oh, qué difícil es apartarnos de nuestra aversión hacia la Palabra de Dios! Justificamos el pecado de desobedecer a Jesús, diciéndonos que la Palabra de Dios no aplica a nuestra situación. Encontramos muchas razones válidas para hacer solo lo que nos parece correcto.

Si realmente queremos seguir a Cristo, la vida santa debe ser nuestra prioridad. Por eso Jesús nos dio al Espíritu Santo. La metanoia proviene del Espíritu Santo. La transformación de nuestra mente es impulsada por el Espíritu Santo. Esta es la oración que uso cuando no siento ganas de obedecer la Palabra de Dios:

“Ven Espíritu Santo, lléname. Ven Espíritu Santo, renuévame. Ven Espíritu Santo, tienes mi permiso para transformarme.”

¡Oh no! Realmente no quiero cambiar, o de lo contrario no necesitaría pedir la ayuda del Espíritu Santo. Aaah, pero cuando el Espíritu Santo toma el control, no duele. Resulta ser como encender una lámpara; la habitación estaba oscura, pero ahora está llena de luz. Ahora realmente quiero obedecer la Palabra de Dios. Metanoia. ¡He sido bendecido! A pesar de cómo me sentía antes sobre el cambio que no quería hacer, ahora siento una paz llena de alegría. Me siento victorioso. Me siento bendecido, gracias a Dios.

¿Te gustaría saber cómo conocí al Espíritu Santo? Sucedió hace más de 40 años. Yo ni siquiera sabía que debía buscar una relación con el Espíritu Santo. Pero el Señor obró milagrosamente en mi vida para hacer que sucediera.

Escucha mi historia aquí: https://footstepstoheaven.com/camino-al-cielo/espiritu-santo/como-conoci-al-espiritu-santo/

Para saber más sobre el Espíritu Santo ve a https://buenasnuevascatolicas.org/espiritusanto/

© Terry A. Modica, Good News Ministries

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