Todas las cosas son para tu bien

Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica

No hay mal que Dios no pueda derrotar o no vaya a derrotar redimiéndolo en algo útil para su Reino.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Miércoles de la 30ma. Semana del Tiempo Ordinario
Octubre 29, 2025
Oración para hoy:
Jesús, cuando me toque ir a ti quiero que me recibas con las puertas abiertas y me digas: “Ven bendito de mi Padre”. Ayúdame a escuchar a tu Santo Espíritu y a seguir sus instrucciones hasta mi último aliento. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Romanos 8, 26-30
Salmo 12, 4-6
Lucas 13, 22-30
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102925.cfm
Todas las cosas son para tu bien
Cuando caminas a tu buzón, a la iglesia, a través de un estacionamiento, por la calle, o en cualquier otro lugar por donde tus pies te lleven, ¿qué sueles mirar? ¿Vas mirando tus pies? ¿Y el suelo que pisas? ¿O tienes la vista en el camino por el que marchas? ¿Estás observando lo bellas que se ven las nubes y apreciando la forma en que las ramas de los árboles se entremezclan y elevan sus hojas hacia el cielo?
Sigue andando. Cuando hay una multitud bloqueando tu camino, ¿buscas la ruta más fácil por alrededor de ella o pasas través de ella? ¿O miras a esas personas con admiración por la obra de Dios y recuerdas que las ama a todas?
Dirigir nuestra vista hacia arriba es un gran ejercicio espiritual. Nos ayuda a entender y a vivir en la verdad de la primera lectura de hoy. Como señala san Pablo, en lugar de centrarnos en nuestras debilidades, en lugar de notar cómo no se contestan nuestras oraciones, en lugar de prestar atención a nuestra insuficiencia e impotencia al orar por las grandes necesidades, debemos recordar el amor y el poder del Espíritu Santo. El Espíritu de Dios se asocia con nosotros, nos guía y ora con nosotros. Sea lo que sea que aún no tengamos, en lo que nos falte o en lo que aún no se haya logrado, el Espíritu de Dios dentro de nosotros puede llenar los vacíos y proporcionar paz.
¡Mira eso! ¡Mira la bondad de Dios! ¡Mantén tus ojos en Jesús!
No importa lo malo que haya sido un juicio, no importa lo destructivo que parezca, si se lo damos a Jesús, él lo redime. La redención significa que algo malo o inútil se convierte en algo bueno (como canjear un cupón en la tienda de comestibles, que es sólo un pedazo de papel hasta que lo usemos para comprar algo).
Jesús siempre lo usa todo para el bien de los que lo aman. Podemos beneficiarnos incluso de las peores dificultades. El beneficio podría ser más fortaleza interior, más compasión o bendiciones y gracias especiales. No hay maldad que Dios no derrote redimiéndola en algo útil para su reino.
No hay victimización sin victoria si se la entregamos a Jesús.
Por supuesto, pedirle a Dios que redima una mala situación no es suficiente. Tenemos que mantener nuestros ojos en Jesús, mirando hacia arriba para ver el bien que saca de lo malo. Tenemos que abrazar lo que el Padre nos da en lugar de apartarnos y hacer pucheros: “¡Pero eso no es lo que quiero! ¿Por qué no me das lo que he estado pidiendo? ¿Por qué no lo haces a mi manera?”
Cuando no podemos ver el bien que Dios está haciendo en una mala situación, podemos orar lo que el salmista hizo hoy en el Salmo responsorial: “Dales luz a mis ojos… que mi corazón se regocije en Tu salvación; permítanme cantar que el Señor ha sido bueno para mí.”
Experimentamos gozo en medio del sufrimiento cuando dejamos de observar el suelo sucio debajo de nosotros y miramos hacia arriba para observar la belleza y las bendiciones que Dios ha puesto a nuestro alrededor. Aquí es cuando podemos proclamar genuinamente: “¡Toda mi esperanza, Señor, está en Tu bondad amorosa!”
Sigue reflexionando con nuestro video: “Qué hacer cuando estamos en una crisis” en https://buenasnuevascatolicas.org/videos/camino-de-fe/crisis/
© Terry A. Modica, Good News Ministries
