Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
“El objetivo final de la obediencia es siempre el amor.”
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Miércoles de la 10ma. Semana del Tiempo Ordinario
Junio 12, 2024
Oración para hoy:
Espíritu Santo, te pido me perdones por las veces que te contristé al desobedecer tus mociones y mandamientos. Ayúdame a crecer en mi relación contigo. Dame la gracia de la obediencia. Amén.
¡ÚNETE A LA ORACIÓN COMUNITARIA!
Lecturas de hoy:
1 Reyes 18, 20-39
Salmo 16 (15), 1b-2ab.4.5ab.8.11
Mateo 5, 17-19
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/061224.cfm
¿Qué motiva a la verdadera obediencia?
¿Por qué obedecemos las leyes? Por lo general, es el miedo al castigo. En nuestra lectura del Evangelio de hoy, Jesús quiere que nos enfoquemos en el objetivo de las leyes de Dios: el amor que reemplaza el miedo. Él está poniendo las bases para el resto del Sermón de la Montaña. Ser hijos de Dios significa crecer en la semejanza de Cristo, en lugar de permanecer como niños inmaduros que cumplen con ser bondadosos sólo a causa de las sanciones por violar las leyes.
Su punto de vista no literal de la ley causó confusión entre sus oyentes, por lo que Jesús lo explicó diciendo: “La interpretación que doy a la Ley no significa que las leyes son inválidas. Más bien, muestra que ustedes no están ni siquiera cumpliendo la Ley si su, así llamada, obediencia no está motivada por el amor a Dios y al prójimo”(como lo detalló en Mat. 22, 35-40).
Cuando Jesús hablaba del cielo y del fin de la tierra, no se refería a un final literal del universo. Los oyentes judíos sabían que se refería a Isaías 65, 17, que es la promesa de Dios de crear un cielo nuevo y una tierra nueva enviando al Mesías. Ellos todavía no sabían que la desaparición de lo viejo iba a suceder cuando Jesús llevara el significado de la Ley a su plenitud. Como Mesías, él tenía que deshacer todo pecado, dar el amor que estaba faltando y compensar todo lo que faltaba en la forma en que la humanidad obedecía la ley.
Y nos invitó a una mayor madurez. Como cristianos adultos, somos responsables de invitar a otros a obedecer las leyes por la misma razón, no forzándolos a través del miedo y la culpa, sino con paciencia y compasión animándolos a crecer. ¿Otros cristianos te han tratado sin amor debido a su enfoque legalista? Aun cuando la motivación es el amor, centrándose en las normas pueden ocultar la verdadera naturaleza de Dios. Jesús comenzó su sermón con una lista de bendiciones y no advertencias.
Por ejemplo, considera la ley de la Iglesia acerca de asistir a Misa cada fin de semana. Podríamos tratar de hacer que los católicos inactivos vuelvan a la iglesia advirtiéndoles que es pecado el no asistir a Misa, o podríamos invitarlos a una maravillosa experiencia de la Eucaristía y de la comunidad cristiana, dejando que el Espíritu Santo obre en sus corazones durante el tiempo que sea necesario, a fin de inspirar un deseo genuino. Él quiere una relación, no la obediencia a regañadientes. El legalismo ha producido una gran cantidad de católicos que sólo se la pasan sentados durante la Misa sin realmente experimentarla. Y muchos de ellos están ahora sentados en algún otro lugar los domingos.
La santa obediencia resulta en un mayor amor a Dios y al prójimo. La santa obediencia hace una diferencia en la forma en que amamos. La base de todo y el objetivo final es siempre el amor. Esto es lo que nos hace “grandes en el reino de los cielos.”
© 2024 por Terry A. Modica
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