Reflexiones de las Buenas Nuevas:
Haciendo que las escrituras sean significativas
para tu vida diaria.
por Terry Modica
Hagamos lo que hagamos, deberíamos hacerlo por amor más que para recibir algo a cambio.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
22do. Domingo del Tiempo Ordinario
Agosto 31, 2025
Oración para hoy:
Señor mío: dame la gracia de estar dispuesto y fuerte para pagar el precio de ser testigo y discípulo tuyo. Amén.
¡MEJORA TU DÍA!
Poderosas oraciones católicas con la reflexión diaria están disponibles en nuestro canal de YouTube en español.
Lecturas de hoy:
Sirácides 3, 17-18.20.28-29
Salmo 68, 4-7.10-11
Hebreos 12, 18-19.22-14a
Lucas 14, 1.7-14
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/083125.cfm
Haciendo el bien, por el bien … ¿de qué?
En la lectura del Evangelio de este domingo surge la pregunta: ¿Cuáles son mis expectativas (mis motivaciones) cuando hago el bien? ¿Qué tan centradas en los demás están? ¿Qué tan centradas en mí?
Si hacemos el bien a los demás para recibir algo a cambio, nuestra motivación no es como la de Cristo.
Jesús explica esto con el ejemplo de invitar a un banquete a aquellos que no pueden devolver el favor. No está diciendo que tenemos que hacer esto para ser santos. Esta interpretación sería demasiado literal; se pierde el punto.
El mensaje real es que todo lo que hagamos, debemos hacerlo por amor, en lugar de recibir un pago, es decir, para nuestro propio beneficio. Debemos hacer el bien a los demás en aras del beneficio que recibirán ellos. Esto parece una obviedad, pero detente por un minuto a pensar en lo mucho que te gustaría que te dieran las gracias y ser apreciado. ¿Qué otra cosa es lo que esperas obtener con el bien que haces?
Incluso cuando alguien peca contra nosotros y oramos por ellos para que se arrepientan, nuestra oración debe ser ofrecida por la preocupación de sus almas. Claro, también nos gustaría que cambiaran para que nuestras vidas fueran más fáciles, pero eso no debería ser nuestra principal preocupación.
Como seguidores de Cristo, si recibimos ninguna bendición a cambio del bien que hacemos, esa es nuestra bonificación extra, no nuestro motivo. Podemos esperar con mucha razón por tales bonificaciones, pero nuestro gozo no debe depender de ellas.
Al tomar conciencia de nuestras motivaciones y expectativas, ganamos la libertad de elegir ser más parecidos a Jesús. Como Él prometió: “Recibirás tu recompensa en la resurrección de los justos.” El cumplimiento de esta promesa comienza ahora, en el momento en que decidimos ser como el Resucitado, nuestro Señor Jesús.
La recompensa que nos da aquí y ahora es la gracia que nos permite hacer lo que Él pida y hacerlo con generosidad y alegría. Vamos a recibir otras bendiciones aparte, pero esa no es nuestra principal motivación.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Qué tanto te molesta cuando otros te tratan cruelmente después de haber sido agradable con ellos? Cuando el dar y recibir en una relación es desigual, ¿dejas de hacerle el bien a esa persona? Pide al Espíritu Santo que te ayude a darte cuenta de tus motivos egoístas esta semana. Lleva tu ira al Sacramento de la Reconciliación y pídele a Jesús que te ayude a preocuparte más por esas personas que te han molestado.
Preguntas para Compartir la Fe en la familia y la Comunidad:
Describe una situación en la que diste más de lo que recibiste. ¿Cómo te bendijo Dios en eso? ¿Fue tu sacrificio un ejemplo de Cristo?
Lee a continuación nuestro PalabrasVivas: “La más alta forma de amistad” en https://buenasnuevascatolicas.org/profundiza-tu-fe/amistad/
© Terry A. Modica, Good News Ministries
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